En riesgo la acogida de refugiados en Uganda por falta de financiación

Uganda tiene el campo de refugiados más superpoblado de toda África: un millón seiscientas mil personas. Más del doble que la Unión Europea, en términos de porcentaje de su población. Pero los recortes financieros podrían poner en peligro este modelo de puertas abiertas.

La mayoría de los refugiados huyen de los vecinos Sudán del Sur y República Democrática del Congo, ambos con inacabables abusos, violencia y enfrentamientos. El 81% de los refugiados son mujeres y niños, que a menudo han huído después de que sus aldeas fueran asaltadas y sus maridos y padres asesinados.

Uganda deja entrar a todo el mundo y se beneficia de la ayuda humanitaria proporcionada por los socios internacionales, que financian infraestructuras como escuelas y hospitales, utilizadas tanto por los refugiados como por la población local. El gobierno incluso concede protección inmediata a quienes proceden de regiones en guerra, como explica Claire Birungi Agaba, del Consejo Noruego para los Refugiados, una de las organizaciones que participan en la organización del enorme campo.

"Cuando se trata de congoleños, sudaneses y sursudaneses, pueden obtener la protección inmediata del estatuto de refugiado prima facie. Esto permite una directiva del gobierno, una vez que tienen una emergencia en los países de origen, que provoca que una gran afluencia de personas se desplace. Entonces se les otorga el estatus de refugiado y no pasan por ese proceso, todo el proceso de registro", explica Claire Birungi Agaba, Consejo Noruego para los Refugiados.

En los asentamientos, cada refugiado tiene derecho a una pequeña parcela para cultivar y a apoyo en efectivo y alimentos, mientras que los menores no acompañados son confiados a familias de acogida de otros refugiados.

Pobreza, desnutrición y ausentismo escolar entre los enormes desafíos

Pero los desafíos son enormes. En Nakivale, la pobreza y el absentismo escolar son algo muy común. Los refugiados que no trabajan luchan por sobrevivir con los 3 kilos de arroz y medio de frijoles que se les proporcionan al mes.

Durante los picos de emergencia se alcanzó entre los niños una tasa de retraso del crecimiento del 40% y una tasa de desnutrición aguda de hasta el 10-15% en los menores de cinco años, lo que afectó fuertemente las defensas inmunitarias y el desarrollo infantil.

"Creo que si abordamos el desafío de la seguridad hídrica y la educación en la región de Karamoja, habremos resuelto algunos de los desafíos clave que afectan el desarrollo en esta región", explicaba en la red social X, Esther Anyakun Davinia, ministra de Estado para catástrofes y responsable de la respuesta a los refugiados.

"El resultado es que estos niños son susceptibles de contraer infecciones y también de morir a causa de ellas. Ésa es la mayor consecuencia de la desnutrición aguda en los niños", explica Justin Okello, médico del Centro de Salud Nakivale III.

Si bien la guerra civil en Sudán es la última crisis que afronta la región, el nivel de asistencia humanitaria global a Uganda ha disminuido con los años.

En 2018, se asignaban alrededor de 170 euros al año por refugiado. Hoy en día, sólo 85 , explica Bruno Rotival, director de Ayuda Humanitaria de la UE en Uganda. Mientras que la UE mantuvo su contribución en torno a los 30 millones al año.

El déficit de financiación podría agudizar la crisis

"Todas las operaciones sufren un déficit de financiación. Y creo que las crisis más agudas están recibiendo más dinero. Como Uganda es un país más estabilizado, la prestación humanitaria tal vez sufra un poco más, pero estamos seguros de que "Podré mantener todos los niveles de apoyo", explica Bruno Rotival, Jefe de Ayuda Humanitaria de la UE en Uganda.

El gobierno de Uganda solicita más fondos a socios internacionales para mantener su política única sobre refugiados. Un aumento de las llegadas, 225.000 sólo en los últimos dos años, y una tasa de natalidad muy alta en los asentamientos de refugiados lo ponen en riesgo.