Los desafíos geopolíticos de la visita del canciller alemán Olaf Scholz a China
El canciller alemán, Olaf Scholz, visita China junto a una delegación de industriales, en el marco de grandes problemas geopolíticos como la guerra entre Rusia y Ucrania y el conflicto en Oriente Medio que solo parece escalar, tras la amenaza de una inminente respuesta de Irán, el aliado de Pekín, a Israel por el bombardeo a su Embajada en Damasco (Siria).
En la víspera del viaje, el mandatario de Alemania señaló: "Tenemos un amplio abanico de temas geopolíticos en la agenda y naturalmente también las relaciones económicas, pues China sigue siendo un socio importante, si bien tenemos cuestiones en cuanto a la competición en igualdad de condiciones".
El 16 de abril, última jornada de las tres de su segunda visita a China desde que gobierna el país europeo, Scholz mantendrá una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, y también con el primer ministro, Li Qiang.
Desde círculos gubernamentales se resalta la importancia del viaje al considerar "imprescindible" el "intercambio continuo al más alto nivel" de cara a uno de los grandes desafíos del orden mundial en el siglo XXI, que supone la creciente hegemonía económica china.
Los mayores asuntos globales sólo pueden solucionarse junto con China, subrayaron fuentes a la agencia de noticias EFE. También apuntan a tres grandes bloques temáticos en lo que respecta a los diálogos con el gigante asiático: la economía y el comercio, la protección de bienes comunes naturales en el mundo como la biodiversidad y cuestiones ecológicas como la transición energética y el cambio climático, además de los importantes retos geopolíticos.
En este último punto, el Gobierno alemán quiere trasladar a las autoridades chinas y al presidente Xi, en especial, que la guerra en Ucrania "afecta directamente a los intereses centrales de Alemania y de Europa" y subrayar que la Carta de Naciones Unidas debe continuar siendo la base de un orden mundial basado en reglas.
En este marco, y debido a los estrechos vínculos entre China y Rusia, Berlín considera que Pekín tiene medios suficientes para influir sobre Moscú para que cumpla estos principios que prohíben las guerras de agresión y establece la inviolabilidad de las fronteras nacionales.
De esta manera, el gobierno alemán espera en este viaje lograr que China "desempeñe un papel más activo" en los esfuerzos para poner fin al conflicto en Ucrania por su autoridad en Rusia.
Por otra parte, el Gobierno alemán ve con preocupación el suministro de bienes por parte de China a Rusia que, en cualquier caso, considera Berlín, posibilita a ese país llevar adelante la guerra contra Ucrania de la forma en que lo hace, y que por lo tanto, tiene una función "facilitadora".
El Gobierno alemán cree ver señales de que con el creciente peso económico de China, Pekín busca cumplir un papel más importante en materia geopolítico, como por ejemplo, la mediación entre Arabia Saudí e Irán o el hecho de que nombre a un enviado especial para la guerra rusa en Ucrania.
El gran reto es cómo acompañar este desempeño económico y político en diálogo con China para garantizar que de ahí no surjan nuevos conflictos, resaltan las fuentes.
La visita de Scholz a empresas alemanas en China
Además, en materia económica, las fuentes resaltan que la estrategia del Gobierno alemán para China no tiene como fin disminuir el comercio con ese país sino, al contrario, extenderlo, pero teniendo en cuenta la necesidad de reducir peligros y diversificar.
En este ámbito, Scholz, que viaja acompañado de una delegación de empresarios, irá el domingo la ciudad central china de Chongqing, que tiene unos 33 millones de ciudadanos, donde irá a una fábrica de una compañía alemana que se dedica a producir propulsores de hidrógeno sostenibles.
En este marco, el canciller también se desplazará a una empresa alemana de plásticos que trabaja en tecnologías verdes y sustentables. Incluso, Scholz participará junto al primer ministro chino en una sesión del Comité Asesor Económico sino-alemán.
El canciller estará compaña en este viaje por los titulares alemanes de Medio Ambiente, Steffi Lemke, de Transporte y Digitalización, Volker Wissing, y de Agricultura, Cem Özdemir.
En este sentido, con la economía alemana de capa caída, las compañías alemanas reclaman un acceso más equitativo al mercado chino, que sigue beneficiando a las empresas nacionales a pesar de las promesas que fueron en sentido contrario.
Al mismo tiempo, es probable que China presione a Berlín para que no apoye las amenazas de medidas de la Unión Europea contra sus automóviles y equipos para parques solares y eólicos, que Bruselas considera que entran en su mercado a precios demasiado bajos.
La propia economía china también atraviesa obstáculos, perjudicada por otra rebaja de la calificación crediticia y con sus fábricas acusadas de fabricar más bienes de los que pueden vender en el país.
Además, sobre la visita se cierra la perspectiva del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, que amenaza con aumentar los aranceles comerciales a todas las naciones, incluida Alemania.
Scholz está dispuesto a presionar a China para que cumpla su promesa de igualar las condiciones para las empresas, que dicen continuar esperando políticas concretas. En este marco, el Gobierno del canciller elaboró en julio de 2023 un documento estratégico de 64 páginas en el que subrayaba la creciente asertividad de China, sus "prácticas desleales" y los peligros para las cadenas de suministro en un posible conflicto sobre Taiwán.
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