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Cerrar el tapón del Darién llevaría los flujos migratorios hacia regiones "más inhóspitas"



El candidato a la presidencia de Panamá por el partido Realizando Metas, José Raúl Mulino —que encabeza las encuestas para las elecciones del 5 de mayo— dijo el 16 de abril que cerrará la selva del Darién para los migrantes que buscan llegar a suelo estadounidense.

"Vamos a cerrar Darién y vamos a repatriar a todas estas personas como corresponda, respetando los derechos humanos", afirmó Mulino durante un acto de campaña en Las Mañanitas, un suburbio de clase trabajadora de la capital panameña.


"La frontera de Estados Unidos, en vez de Texas, se recorrió a Panamá. Entonces, tenemos que hacer un trabajo trilateral [entre Estados Unidos, Colombia y Panamá] y tienen que entender que Panamá no es un país de tránsito de inmigrantes", añadió quien fuera ministro de Seguridad del expresidente Ricardo Martinelli, actualmente asilado en la embajada de Nicaragua en Panamá.


Más de 500.000 migrantes cruzaron el Darién en 2023


En los últimos años, el tapón del Darién se ha convertido en una de las rutas más importantes para la migración irregular, a pesar de ser considerada como una de las más peligrosas. Según datos oficiales, más de 520.000 personas —incluyendo 113.000 niños, niñas y adolescentes— utilizaron ese cruce en el 2023, más del doble que el año anterior, cuando transitaron alrededor de 250.000 migrantes, procedentes de diversos países sudamericanos, pero también de África y Asia.


Este año, más de 130.000 personas en situación de movilidad irregular han ingresado a Panamá desde el Darién, de acuerdo con datos recabados por el Servicio Nacional de Migración panameño con corte al 25 de abril.


Cuando los periodistas le preguntaron a Mulino cómo planea materializar su propuesta —en caso de que consiga llegar al Palacio de las Garzas—, este bromeó con que le pediría a Donald Trump que envíe materiales de construcción para levantar un muro como el que divide a México y Estados Unidos.


Cerrar la frontera: "La solución más fácil"


"La solución más fácil es esta (...) el fortalecimiento de la frontera, el establecimiento de muros físicos, con militares, policías, guardias, etcétera, es la salida más fácil y más socorrida por los gobiernos, porque lo único que hacen es pasar la responsabilidad al otro", dijo el doctor en ciencias sociales con especialidad en antropología social por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Rafael Alonso Hernández López.


El experto en política migratoria y migraciones internacionales mencionó que, aun si solo se cierran algunas partes —como se ha hecho en la frontera entre México y Estados Unidos—, una medida como la que propone Mulino dispersaría los flujos migratorios hacia lugares "más inhóspitos", incrementando, a su vez, el riesgo y vulnerabilidad de las personas migrantes.


"A mayor control, mayor irregularidad y, en consecuencia, mayor riesgo para las personas (...). Los gobiernos suelen utilizar el riesgo, la vulnerabilidad, como medida para inhibir un poco el tránsito y mandar el mensaje [para] que las personas no migren y que utilicen los canales regulares, pero el tema es que los canales regulares no son accesibles", analizó Hernández López.


¿Es viable cerrar el Darién?


José Raúl Mulino, sin embargo, no es el primero ni el único que ha planteado cerrar el tapón del Darién, dijo la abogada panameña y especialista en temas migratorios, Krystel Santamaría.


En marzo, la diputada oficialista y candidata a la presidencia de Panamá por libre postulación, Zulay Rodríguez, aseguró que cerrará la frontera natural con Colombia porque, en su opinión, está gestionada por grupos criminales.


Mientras que, en septiembre de 2023, el Gobierno de Laurentino Cortizo evaluó la posibilidad de cerrar la frontera terrestre ante el drástico aumento de la migración irregular que se registró ese año.


"No es la mejor medida, definitivamente, se debe buscar una solución integral para el cruce de fronteras (...). Migrar es un derecho y Panamá ha firmado diversos convenios y tratados internacionales y, por ende, seguimos y acatamos estas normas", dijo la abogada, para quien la propuesta de cerrar la frontera es un intento de aprovechar políticamente la crisis humanitaria.


Asimismo, precisó que las estimaciones de las autoridades vaticinan que, este año, "se pueda duplicar, realmente, la cantidad de personas que pasen por Darién".


¿Un cambio de enfoque?


En ese contexto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó el 19 de abril que en Colombia hay una crisis de derechos humanos a causa del flujo de migrantes que buscan cruzar la selva del Darién para llegar a Estados Unidos.


A decir de la comisionada Andrea Pochak, relatora sobre movilidad humana, los migrantes que transitan por la vía padecen hambre, sed, enfermedades y, además, son víctimas de violencia, extorsiones y violaciones.


Las observaciones son resultado de una visita oficial a Colombia en ocho departamentos del país que la CIDH realizó para observar cómo impacta la violencia en los derechos humanos.


Entre sus observaciones preliminares, el órgano dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) señaló su especial preocupación por el control territorial que ejercen grupos delictivos en la zona.


Ya en 2023, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) aseguró que, del lado colombiano de la selva, el Clan del Golfo "regula las rutas que pueden utilizar los migrantes y solicitantes de asilo, decide quién puede asistirlos en el camino, extorsiona a quienes se benefician del flujo migratorio y establece normas de conducta".


Citando datos del Ministerio de Defensa de Colombia, la oenegé —que visitó el tapón del Darién en cuatro ocasiones entre abril de 2022 y junio de 2023— reveló que el Clan del Golfo cobra alrededor de 125 dólares a cada persona que cruza el tapón del Darién, de tal manera que la agrupación delictiva "pudo haber obtenido un total de 57 millones de dólares entre enero y octubre de 2023".


En ese sentido, Hernández López indicó que, de cerrar la ruta migratoria, el acecho que ejercen sobre los migrantes los grupos que se dedican al tráfico de personas podría incrementar.


Asimismo, aseguró que si el Gobierno de Panamá logra cerrar o contener el paso de los migrantes, estos encontrarán otra ruta.


Por lo anterior, Hernández López declaró que es necesario cambiar la perspectiva con la que se mira la migración y modificar el enfoque con el que la atendemos.


"El enfoque tradicional con el que se ha hecho frente [a la migración] es el de la contención: detectar personas en situación irregular, detenerlas y deportarlas. Y muy poco se ha hecho en una perspectiva de derechos humanos, con un enfoque de protección que busque, precisamente, salvaguardar la integridad y la vida de las personas", mencionó el sociólogo.

De esa manera, para el coordinador del doctorado en Estudios de Migración del Colegio de la Frontera Norte se requiere de un trabajo regional, de responsabilidades compartidas, que incluya cambios en aspectos clave como el acceso a regularización migratoria, eficiencia en los trámites, acceso a visados y posibilidades para la inserción e integración de los migrantes en las comunidades de destino.


"Si no existe esto, difícilmente saldremos de la situación que tenemos", finalizó el académico.

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