Duque enfrenta la pandemia del COVID-19 entre dudas, improvisación y desaciertos
- Redacción Acta diurna
- 13 abr 2020
- 4 Min. de lectura

Desde que se conoció del primer caso de COVID-19, el país ha estado a la expectativa de las decisiones del presidente Iván Duque para hacer frente a la expansión del virus. Juzgado de reaccionar de manera tardía durante los primeros días y aplaudido por varios sectores por haber tomado algunas medidas, el jefe de Estado en estos días se enfrenta a la mayor prueba de fuego de su mandato.
Lea también: Coronavirus: panorama dos semanas después del primer contagio Hoy, en medio de un aislamiento obligatorio que irá hasta finales de abril, un desempleo creciente, la economía desacelerada, tardanzas en el reflejo de los contagiados con el virus, un sistema de salud tratando de prepararse y decenas de ciudadanos muriendo a diario, los colombianos esperan que el jefe de Estado explique a qué se refiere cuando habla de que una siguiente etapa con cuarentenas inteligentes que permitan reactivar la producción, pero con garantías para proteger su salud.
Podría decirse, según el analista político Jorge Iván Cuervo, que la manera en que el Presidente ha manejado la crisis ha tenido varias etapas. Esto, teniendo en cuenta que nadie en el mundo estaba preparado para afrontar una crisis tan aguda a nivel mundial.
Dudas, aciertos, desaciertos, reacciones oportunas y no tan oportunas, improvisaciones, pero también planeación, son características que han estado presentes en las decisiones Iván Duque.
Un comienzo criticado
En la primera etapa, cuando se empezaron a conocer los primeros casos, muchos le criticaron a Duque la falta de acciones más estrictas para evitar que el virus se expandiera en el país.
Fue en ese momento en el que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se ganó el respaldo de la ciudadanía por la forma en la que empezó a tomar medidas, mientras se veía al Presidente un poco distanciado y desconectado de lo que en ese momento esperaba la opinión pública.
Cuervo afirma que en esta fase Duque se mantuvo atado a los intereses y al lenguaje del Centro Democrático, pero también al sector económico, que lo estaba presionando para que se distanciara de la decisión de aislar a la sociedad.
Incluso, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, tras sostener una reunión con los gremios, hizo un llamado a no realizar toques de queda ‘innecesarios’.
Esta etapa inicial desencadenó lo que muchos consideraron un ‘choque de trenes’ entre el Gobierno Nacional y los mandatarios locales, quienes empezaron a actuar por su propia cuenta para prevenir la expansión del virus en sus municipios y departamentos, pese a que incluso el presidente sacó un decreto en el que decía que cada una de las acciones debían regirse por la coordinación de la Presidencia.
“Ahí el Gobierno por no perder el liderazgo empezó a reaccionar. Trató de bloquear lo que habían decidido los gobiernos locales, pero después entendió que sin gobernabilidad local, un tema tan delicado es muy difícil, y decidió sintonizarse con alcaldes y gobernadores”. explicó Cuervo.
Cambio en el lenguaje
Fue en ese punto, dice el experto, cuando el presidente empezó cambiar su lenguaje, así como a rodearse de personas técnicas en las distintas intervenciones públicas. Esto le generó mayor credibilidad y autoridad.
Biviana Clavijo, experta en marketing político, señala que Duque ha tenido una actitud cauta, teniendo en cuenta que la información que se dispone para la toma de decisiones es muy precaria, principalmente, por los atrasos en tomas de las muestras y los inconvenientes en la entrega de resultados.
Y aunque la analista reconoce que hubo escenarios en los que pudo haber mayor control de la situación, consideró que Duque ha sido más responsable que otros gobiernos internacionales, logrando controlar un poco las proyecciones mientras se desarrollan estrategias de atención médica y se acondicionan los sistemas de salud para un eventual pico de contagio.
“Desde los gobiernos locales hubo mucha presión y esta fue mucho más grande que la que pudieron tener los empresarios y gremios económicos, ahí Claudia López puyó mucho y fue impulsora de las decisiones de aislamiento que se tomaron antes de lo que el Gobierno tenía previsto”, añade Clavijo.
Jorge Iván Cuervo asegura que, pese a que no se sabe lo que pueda pasar más adelante, el mandatario está en la fase en la que ha empezado a darle más importancia a la salud, lo cual quedó demostrado con la prórroga de la cuarentena, desmarcándose ya así del discurso uribista de los primeros días.
Es así como se ha visto al presidente tratando de mostrar autonomía e independencia, sin embargo, Cuervo dice que todavía se le vio la duda alrededor de la prórroga de la cuarentena.
Días antes de anunciar la ampliación del aislamiento empezó a hablar de cuarentenas inteligentes, pero aplazó la idea para reforzar el sistema de salud, especialmente en Unidades de Cuidado Intensivo, camas, respiradores y en la capacidad de realizar pruebas con más rapidez para poder identificar dónde está el virus y hacer controles más focalizados.
Poco liderazgo
El analista Dany Oviedo, afirma que a Duque le ha faltado mucho liderazgo y capacidad para entender la realidad por la que atraviesa el país en cuanto a la pandemia de la COVID-19. "Se le ha visto dudando, improvisando, dando traspiés, queriendo cambiar la realidad de la situación con sólo expedir normas, lo cual lle ha generado varios desaciertos, sin tener en cuenta las debilidades estructurales y coyunturales del sistema de salud y de la economía colombiana y la situación de millones de colombianos a los que sin ayudas humanitarias les es imposible cumplir con la cuarentena decretada. Muchos mandatarios regionales y locales han tenido un mejor y mayor liderazgo que el Jefe de Estado en esta crisis".
Por su parte, Jorge Iván Cuervo indicó que “el presidente está en la fase de aprendizaje, pero ese aprendizaje ha sido como muy lento, ha tratado de darles mucho a ciertos sectores. Se sabe que el aislamiento por sí mismo no va a resolver el problema, solo nos da más tiempo para prepararnos mejor y ahí es donde yo veo que al Gobierno le falta mucho más”.
Es por esta razón que en muchas partes la gente se está moviendo más por el liderazgo en las regiones. El liderazgo, para la opinión pública, lo ha tenido más la alcaldesa de Bogotá, según el experto. VANGUARDIA / ACTA DIURNA
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