La responsabilidad del líder
- Redacción Acta diurna
- 1 abr 2019
- 3 Min. de lectura

Han pasado casi ocho meses desde que Iván Duque Márquez llegó a la Presidencia de Colombia y, en este poco tiempo su mandato no ha dejado de tener señalamientos. Que el mandatario colombiano se interese más por temas foráneos como Venezuela y no tanto en los conflictos internos, como el pasado paro de estudiantes o la minga del Cauca, según analistas, es la evidencia que su gobierno no tendría una hoja de ruta propia, sino que atiende una agenda que no le pertenece y que no ha podido desmarcar.
“A las situaciones internas no les da ningún tipo de manejo asertivo. No logra una interlocución con legitimidad. Por el contrario se refugia en agendas que sí generan debate públicos como la JEP, pero a la vez no atiende los problemas estructurales y las necesidades que demandan los ciudadanos”, señala Alejandro Alvarado, abogado e historiador.
Según el experto, el mantener el apoyo del Centro Democrático, con todas sus acciones y discusiones internas, le está costando al Presidente Iván Duque la capacidad de poder definir sus propias tareas y el legado que le quiere dejar al país.
“Creo que Iván Duque carece completamente de liderazgo, de hecho si se pregunta en este momento cuál es la bandera de su gobierno, no tiene nada por mostrar. Está bien que está en aprobación el Plan Nacional de Desarrollo, y hasta ese momento la hoja de ruta no debería ser otra, pero si uno revisa el proyecto, no hay novedades en el sector agropecuario, en el desarrollo económico del país o en materia de acceso a la justicia”, asevera Alvarado.
Una percepción contraria tiene Juan David Riveros, abogado penalista, quien asevera que estas apreciaciones son injustas y que buscan debilitar a Duque por parte de las personas que no están de acuerdo con el Gobierno.
Para el experto, el liderazgo del mandatario se ve reflejado en la forma como está enfrentando algunos temas como las objeciones que hizo de la Ley de Justicia y Paz. Asumir esa posición es una muestra del liderazgo.
“Creo que el Presidente fue elegido con una plataforma programática propia de un partido como es el Centro Democrático, que tiene en su concepción un liderazgo claro del expresidente Uribe, pero dentro de lo cual hay muchas otras personas que han contribuido en la generación de esa plataforma programática”, resaltó Riveros.
Un problema de oposición
Mientras que Riveros insiste que durante los siete meses que Duque lleva como Presidente ha abordado temas complicados para la gobernabilidad, en materia de infraestructura, economía y judicial, y “a pesar de que no todos hayan salido bien, veo un liderazgo nato del Presidente, la transición del gobierno llega con una plataforma programática y política diferente a la del mandato anterior”.
Contrario a esto, Alvarado dice que la realidad que enfrenta el presidente colombiano es con el Congreso de la República, a quien debe mantener alineado.
“El Presidente se encuentra con una realidad, primero un país que no comprende y segundo, un gobierno que tampoco tiene un liderazgo notable, a la vez que los proyectos legislativos se empiezan a hundir. Esto muestra la falta de comprensión e interlocución clara con el Congreso”, anota Alvarado.
A pesar de que la bancada de la oposición no ha tenido comprensión y tampoco ha dejado el camino fácil para el presidente colombiano, Alvarado recalca que no está manteniendo buenas relaciones con el Congreso.
Para Riveros, el Presidente Duque debe hacer ajustes para implementar su plataforma política.
“En este tiempo a lo que se ha dedicado el Gobierno, a través de su gabinete ministerial, es a realizar son ajustes que le permitan iniciar su segundo año de gobierno con cambios que corresponden a una plataforma de un movimiento político que él representa. Ahí se empezarán a ver resultados más contundentes de los que se han visto hasta ahora”, anota Riveros.
Más iniciativa propia
Los expertos atribuyen las fallas en el liderazgo a la vulnerabilidad del mandatario, que queda completamente preso del Centro Democrático y Uribe, lo que no le permite tener una iniciativa propia, y la falta de compresión del país.
“Es muy distinto tener un Presidente con trayectoria política y en el Gobierno, mientras que Duque no tiene experiencia, donde el eclipse de su mandato es Uribe Vélez, lo que hace que no tenga ni pies ni cabeza”, sostiene Alejandro Alvarado, abogado e historiador.
Para corregir las fallas en su liderazgo, Alvarado señala el Presidente tiene que hacer valer su propia voz.
“Desde asumir una posición mucho más marcada, donde él sea quien evidentemente tome las decisiones y no sea Álvaro Uribe Vélez, María Fernanda Cabal o los otros integrantes del Centro Democrático, que terminen marcando la agenda al Presidente”, puntualizó el experto. VANGUARDIA / Luisa Fernanda Ruiz Villamizar
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