Hidroituango: en alerta máxima
- Redacción Acta diurna
- 18 may 2018
- 5 Min. de lectura

Desviar el caudal del río Cauca a través del cuarto de máquinas, el corazón Hidroituango, fue la decisión que tomó Empresas Públicas de Medellín (EPM) el jueves para controlar el represamiento de agua que se produjo por un derrumbe en uno de los túneles.
Y aunque hasta la mañana del sábado los trabajos estaban funcionando e, incluso, en unos días el río alcanzaría un caudal de 2.000 metros cúbicos por segundo (m3/s), un destaponamiento natural hizo que el cauce ascendiera a 6.000 (m3/s) y, aguas abajo, inundara el corregimiento de Puerto Valdivia dejando 600 afectados.
Luis Hilario López, expresidente de la Asociación de Ingenieros Egresados de la Facultad de Minas (Ademinas) de la Universidad Nacional, explicó que, en los años 70 cuando iniciaron los estudios se evaluaron por lo menos nueve locaciones para las presas y se detectó un deslizamiento a la izquierda del río. Los expertos dijeron que no era posible trabajar en esa zona, razón por la que el plan se trasladó a donde hoy opera EPM.
Sin embargo, de acuerdo con López, el deslizamiento creó un embalse que llegó hasta Santa Fe de Antioqua y los depósitos que se formaron generaron sedimentos desde Tarazá hasta Cáceres. Según el experto, el estudio se retomó hace ocho años, pero la ingeniería se concentró en las obras civiles y olvidó la amenaza de deslizamiento.
Con una inversión de $11,4 billones y un avance de 83%, el 11 de abril EPM anunció que en julio iniciaría el llenado del embalse. Fue por eso que, según el vicepresidente de Gestión de Negocios de EPM, John Alberto Maya, se sellaron dos de los tres túneles.
“En las construcciones de todas las centrales hidroeléctricas solo hay un túnel de desviación que tiene la capacidad suficiente para evacuar el agua y así funcionó desde enero. Los derrumbes fueron resultado de una condición geológica, pero estamos seguros que la normatividad se aplicó”, dijo Maya.
Si bien para el directivo no hay ninguna relación entre el cierre de los túneles y lo ocurrido, el exviceministro de Economía Digital, Daniel Quintero, afirmó que “el resultado fue una irresponsabilidad en la modificación de los diseños y la creación un programa de aceleración para no incumplir los tiempos y evitar sanciones de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG)”.
De acuerdo con el ex viceministro, los cambios incluyeron la eliminación de las compuertas y un sellamiento con concreto antes de que la presa estuviera terminada, lo que “dejó a la estructura y a las comunidades dependiendo de un solo túnel que, además, estaba en una zona de fallas.
Tanto el gobernador de Antioquia, Luis Pérez como Maya no descartaron la posibilidad de un nuevo destaponamiento. Sin embargo, el vocero de EPM dijo que “la situación es normal, el caudal está en 1.400 (m3/s) y el trabajo en la casa de máquinas sigue comportándose según los cálculos.
Maya explicó que los tres túneles permanecen taponados y que EPM sigue trabajando en el realce de la presa, pero mientras se completa la cuota, está concentrada en atender a las comunidades y ver soluciones.
Luego de que el sábado 12 de mayo se tapara y destapara uno de los túneles del proyecto, lo que primero causó una reducción del caudal aguas abajo por el represamiento y posteriormente un incremento del mismo tras superarse la obstrucción, las autoridades pidieron a las comunidades despejar la zona.
Aun así, la eventualidad dejó 600 damnificados en Puerto Valdivia, el municipio más afectado, y varias familias más fueron evacuadas por seguridad. En ese momento, el vicepresidente de Gestión de Negocios de EPM, John Alberto Maya confirmó que por la presión del agua había movimientos al interior de la montaña que la compañía no podía controlar.
En la noche del domingo el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, dijo que la responsabilidad técnica de lo que está ocurriendo en Hidroituango es de EPM, compañía que está construyendo la hidroeléctrica y que es el principal socio de la Gobernación de Antioquia a través del Idea.
“Estamos ante dos problemas, un problema técnico que le corresponde a Empresas Públicas de Medellín y a todo su equipo técnico y ejecutivo; y un problema de protección al medio ambiente y a la comunidad que le compete al gobernador de Antioquia”, dijo Pérez.
El gobernador dijo que previamente se reunió con los técnicos y la gerencia de EPM y en ese momento se concluyó que con la desviación de las aguas hacia el cuarto de máquinas estaba resuelta la situación. Sin embargo, entre el sábado y el domingo cambió el escenario.
Empeora la situación
Posteriormente, el miércoles 16 de mayo se registró una nueva emergencia por la obstrucción del caudal que se estaba evacuando a través de la casa de máquinas, lo que generó que el agua comenzara a evacuar por algunas galerías de transito que están más altas que donde se encuentra esa casa de máquinas. Indicó que la situación se presentó aproximadamente durante dos horas y media.
La hipótesis de la causa de esa nueva obstrucción es que pudo haber un deplome o desprendimiento en la la almenara, que es un tanque muy grande que tiene posterior al conjunto de las unidades de generación.
A partir de ello, el personal técnico de la compañía analizó la posibilidad de realzar la presa siete metros más del nivel en el que se encuentra para que si las aguas llegan a la cresta del embalse, puedan ser evacuadas a través del vertedero.
En ese momento estalló la alerta máxima por las posibles implicaciones que podrían generar un desastre de grandes proporciones.
EPM pierde control de la situación
El jueves 17 de mayo el agua de la represa duró más de siete horas bajando por una galería, y no solo por el cuarto de máquinas como esperaba EPM y al gerente de la entidad, Jorge Londoño De la Cuesta, no pudo evitar reconocer que la empresa había perdido el control de la situación y reafirmó la alerta máxima.
Por su parte, la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo y Desastres (Ungrd), a través de un comunicado, reportó que “en una zona denominada “galería 284” se sigue presentando salida de agua, que es la que podría erosionar la base de la presa”
Mientras, los trabajos para terminar los siete metros de la cresta del proyecto -a los cules les faltaba 90.000 metros cúbicos de material-, y así poder evacuar el represamiento por el vertedero de la hidroeléctrica, no se han podido llevar a cabo porque las vías por donde transita la maquinaria con el material resultaron afectadas por la emergencia y porque no se había podido controlar la salida de agua por otros sitios distintos a la casa de máquinas.
“La tragedia puede ser de grandes proporciones”, confesó Londoño ese día y solicitó el apoyo del Gobierno Nacional, e incluso consideró la necesidad de recibir ayuda de otros Estados para mitigar la crisis en Hidroituango y se empezó a contemplar el peor de los escenarios: el rompimiento de la presa.
Fue entonces cuando la empresa confesó que la emergencia podía afectar no sólo los municipios de Antioquia, si no que la inundación podría llegar incluso a la región de La Mojana, pudiendo afectar municipios ta lejanos como Majagual y Guaranda en Sucre, Ayapel en Córdba y Achí y San Jacinto en Bolívar.
Hasta ese momento las autoridades habían evacuado cerca de 5.000 habitantes del bajo Cauca antioqueño (municipios de Valdivia, Cáceres, Tarazá y Caucasia).
Cierre de carreteras y evacuación de Caucasia
Este viernes se encontraban en alerta máxima varios municipios de Antioquia, Sucre, Córdoba y Bolívar, ubicados aguas abajo de Hidroituango, ante una posible creciente del río Cauca, sin que todavía se vislumbre una solución definitiva ante la emergencia.
Después de una reunión en la Gobernación de Antioquia para evaluar la máxima alerta en Hidroituango, el Ministerio de Transporte tomó la medida inmediata de cerrar el corredor de 165 kilómetros entre Yarumal y Caucasia por tiempo indefinido, que une a Medellín con la Costa Atlántica con el fin de prevenir cualquier eventualidad.
Por su parte, Óscar Suárez, alcalde del municipio de Caucasia, ordenó la evacuación inmediata de 60.000 habitantes de su municipio que viven en las riberas del río Cauca debido a que si se derrumbara la presa o el embalse de la hidroeléctrica el 60% del municipio se inundaría por completo.
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