Trump ´patea el tablero´ del acuerdo mundial sobre el cambio climático
- Redacción Acta diurna
- 1 jun 2017
- 6 Min. de lectura

El presidente Donald Trump anunció este jueves la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático, en un paso que generó de inmediato una oleada global de reacciones de pesar.
"En el día de hoy, Estados Unidos cesará toda implementación del acuerdo de París y las pesadas cargas financieras y económicas impuestas a nuestro país", dijo Trump durante una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca.
Sin embargo, el mandatario buscó dejar abierta una puerta, al afirmar que su gobierno está dispuesto a negociar un nuevo acuerdo.
"De forma que estamos saliendo pero vamos a comenzar a negociar y veremos si podemos alcanzar un acuerdo justo. Si podemos, será excelente. Si no podemos, también. Como presidente, no puedo poner otra consideración por delante del bienestar de los estadounidenses", expresó.
Como resultado de esta decisión, Trump dijo que todos los compromisos no vinculantes adoptados por la adhesión al acuerdo cesarán "el día de hoy", con efecto inmediato.
Reacciones inmediatas
El expresidente Barack Obama, uno de los negociadores fundamentales del Acuerdo de París, afirmó en una nota que la decisión de retirarse del entendimiento global es un "rechazo al futuro".
"Incluso con la ausencia del liderazgo estadounidense, incluso cuando este gobierno se une a un puñado que rechazan el futuro, tengo confianza de que nuestros estados, ciudades y empresas saldrán adelante y harán ahora más en liderar el camino y proteger el futuro de generaciones del único planeta que tenemos", indicó Obama en un comunicado.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, dijo que la decisión adoptada por la Casa Blanca era "seriamente errónea".
En tanto, la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, lamentó el paso dado por Trump, pero pidió que prosiga "la política climática que preserva nuestra Tierra".
En una declaración conjunta, Alemania, Francia e Italia alertaron a la Casa Blanca que el Acuerdo "no puede ser renegociado".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, fue más específico y reforzó que "nada es negociable" en los acuerdos.
En América Latina, Chile expresó su "profunda decepción" por el anuncio de Trump, por considerar que la implementación del Acuerdo es "fundamental para el bienestar de las presentes y futuras generaciones."
China dice que respetará el acuerdo
China tiene intención de respetar el Acuerdo de París sobre el clima, declaró este jueves el primer ministro chino, Li Keqiang, horas antes de que el presidente estadounidense, Donald Trump, comunicara su decisión respecto a la permanencia o no de su país en el pacto.
"China seguirá implementando las promesas que hizo durante el Acuerdo de París" firmado el año pasado para limitar el calentamiento global, prometió el jefe del Gobierno chino en Berlín, tras un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel.
"Pero, por supuesto, esperamos contar con la cooperación de los demás", añadió, aludiendo a las amenazas de Trump sobre una posible retirada del pacto.
Según los medios estadounidenses, es probable que el mandatario estadounidense anuncie una salida del pacto climático.
Pekín fue, junto con la administración estadounidense presidida entonces por Barack Obama, uno de los principales artífices del acuerdo histórico en el que 196 países se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
"Una vez alcanzado cierto nivel de desarrollo, China debe adoptar un modelo sostenible, lo cual significa que tenemos que alentar un crecimiento verde", aseguró Li en la capital alemana.

En un pronunciamiento conjunto entre el primer ministro chino y la canciller alemada, Merkel incicó: "Ambos somos partidarios del libre comercio y de un orden mundial basado en reglas", mostrando su oposición al proteccionismo y unilateralismo que defiende Trump desde su elección.
El primer ministro chino prometió, por su parte, que hará todo lo posible para "que los coches alemanes se vendan bien en China", una respuesta a los frecuentes ataques de Trump contra el excedente comercial de Alemania.
Presión interna
En el ámbito local tampoco faltaron reacciones airadas. El magnate Elon Musk, fundador de la empresa Tesla, anunció su renuncia irrevocable a los consejos empresariales que asesoran a Trump. "Dejar el Acuerdo de París no es bueno para Estados Unidos ni para el mundo", dijo.
A su vez, el gerente ejecutivo de la gigante General Electric, Jeff Immelt, expresó en la red Twitter que se sentía "decepcionado" con la decisión. "La industria debe liderar y no depender de un gobierno", apuntó.
Incluso pesos pesados de la industria petrolera estadounidense como ExxonMobil y Chevron manifestaron este jueves su continuado apoyo al Acuerdo, y la automotora General Motors informó que la retirada estadounidense "no cambia nuestro compromiso".
Las reacciones hasta incluyeron un toque de ironía. En su discurso, Trump había dicho que él había sido "elegido por electores de Pittsburgh, no los electores de París".
De inmediato, el alcalde demócrata de Pittsburgh, Bill Peduto, respondió en Twitter: "Como alcalde, puedo asegurar que seguiremos los lineamientos del Acuerdo de París en nombre de nuestro pueblo, nuestra economía y nuestro futuro".
Por el momento las únicas voces de apoyo surgieron del partido de Trump, el Republicano.
"Al renunciar a esos objetivos inalcanzables, el presidente Trump reiteró su compromiso de proteger a las familias de clase media y a los obreros del carbón", celebró Mitch McConnell, jefe republicano del Senado.
A su vez, el director de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt, festejó que "Estados Unidos tiene finalmente un líder que responde solamente a su gente, no a los intereses especiales".
Según un sondeo YouGov realizado por el Huffington Post en mayo, 46% de los votantes de Trump eran favorables a retirarse del acuerdo, y 22% no tenían opinión.
Los compromisos del Acuerdo de París sobre el cambio climático
El acuerdo sobre cambio climático adoptado por 195 países en diciembre de 2015 en París trazó el camino hacia un mundo sostenible mediante cambios drásticos en la economía global.
El objetivo del acuerdo es contener el aumento de la temperatura "muy por debajo de los 2ºC" respecto a la era preindustrial y "de seguir esforzándose por limitar este aumento a 1,5ºC", aunque muchos expertos dudan de que se pueda lograr.

2 o 1,5°C son objetivos muy ambiciosos, dado el nivel actual de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los expertos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) estiman que es necesario reducir las emisiones entre 40% y 70% entre 2010 y 2050 para permanecer por debajo de los 2°C.
El acuerdo no especifica metas obligatorias a cada país, como sí lo hace el protocolo de Kioto. Cada cual se fija a sí mismo sus propios objetivos de reducción de emisiones para 2025 o 2030.
Estados Unidos, cuyo presidente actual Donald Trump estudia seriamente retirarse del Acuerdo de París, se comprometió a reducir sus emisiones entre un 26% y un 28% de aquí a 2025, respecto a los niveles de 2005.
El calendario
Los planes de acción nacionales evitarían los cataclísmicos +4/5°C previsibles en ausencia de políticas climáticas, pero colocarían al planeta en una situación sumamente peligrosa con +3°C.
De ahí la necesidad de revisar estos compromisos, para colmar la diferencia entre 1,5/2°C y 3°C, que corresponden a impactos muy diferentes.
Sobre una base voluntaria se prevé un balance en 2018: las oenegés presionan para que un máximo de países cumplan y revisen al alza sus ambiciones a partir de 2020, sobre todo tomando en cuenta que las tecnologías "verdes" serán más accesibles.
En el acuerdo, la primera revisión obligatoria está prevista para 2025, fecha muy tardía para poder respetar la meta de los 2ºC.
Los países también deben comunicar para 2020 su estrategia de desarrollo para la emisión de baja cantidad de dióxido de carbono para 2050.
El acuerdo de París prevé que los países rindan cuentas de las acciones programadas y de sus resultados. Es necesaria cierta flexibilidad para algunos países, en particular los más pobres.

Más allá de este principio general, quedan por determinar las reglas precisas de transparencia. ¿Qué informaciones deben incluirse en los planes nacionales y con qué grado de detalles? ¿Qué indicadores presentar? La fecha límite es la COP24 a finales de 2018 en Polonia.
La transparencia también se aplica a la ayuda financiera, y los países desarrollados deben comunicar "cada dos años" medidas adoptadas para ayudar a los países en desarrollo.
¿Cómo retirarse del Acuerdo?
Cualquiera de los 147 países que ratificaron el acuerdo puede abandonarlo. Pero no antes de los tres años tras su entrada en vigor (noviembre de 2016). La retirada se hace efectiva tras un año suplementario de preaviso.
La opción más radical consiste en abandonar la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que puede hacerse en un año.
Ayuda a los más pobres
En 2009, los países ricos habían prometido que su ayuda aumentaría hasta alcanzar a los 100.000 millones de dólares en 2020, para financiar infraestructuras energéticas limpias y adaptarse al impacto negativo del calentamiento global.
El texto de París establece que los 100.000 millones de dólares son apenas un mínimo anual y que se fijará un nuevo objetivo para 2025.
Una hoja de ruta publicada en octubre por la OCDE y unos cuarenta países estima que sobre la base de los compromisos anunciados, la ayuda alcanzaría a 67.000 millones anuales en 2020 (gobiernos, bancos de desarrollo y otras instituciones). En función de los efectos de estímulo a la inversión privada, los financiamientos pasarían de 77.000 a 133.000 millones de dólares en 2020.
El acuerdo de París prevé un reequilibrio entre las ayudas a la reducción de las emisiones, muy mayoritarias, y la adaptación al impacto del calentamiento. Según la OCDE, sólo un 16% de la ayuda financiera se destina actualmente a la adaptación.
La suma de 100.000 millones puede compararse con los 3.000 a 4.000 millones de dólares necesarios, según New Climate Economy, para asegurar una transición hacia economías de bajo nivel de carbono, lo cual sólo podrá lograrse a través de una reorientación masiva de las finanzas. AFP.
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