El pasado 23 de agosto el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) a Colombia de 1.960 millones de DEG, equivalentes a US$ 2.790 millones
De acuerdo con el marco constitucional y legal del país, la asignación de los DEG fue recibida por el Banco de la República como parte de las reservas internacionales que administra, al ser la única entidad autorizada para ello.
Antes de la asignación de loa DEG, el país contaba con liquidez internacional suficiente, representada por un nivel adecuado de reservas internacionales (US $ 58,900 millones) y la Línea de Crédito Flexible del FMI (US $ 12,200 millones) . En estas circunstancias y en línea con el objetivo de la asignación de DEG por parte del FMI, la Junta Directiva del Banco de la República y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público consideraron conveniente reforzar la liquidez del Gobierno Nacional en un período en el cual el país continúa enfrentando retos importantes por cuenta de la pandemia y sus consecuencias.
Para ello, el Banco vendió reservas al Gobierno Nacional por un monto en dólares equivalente a la asignación de DEG y recibió como pago Títulos de Tesorería TES Clase B del portafolio administrado por la Dirección General de Crédito Público y Tesoro Nacional del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Con esta operación el Gobierno obtuvo liquidez inmediata en dólares y mejoró el perfil de su deuda interna, ya que parte de los títulos entregados al Banco provienen de canjes internos, previamente realizados por el Gobierno Nacional, cuyo vencimiento inicial era el año 2022 y fueron sustituidos por vencimientos de largo plazo (vencen en 2029 y 2037). La operación se realizó en su totalidad a precios de mercado.
De esta manera, el Banco de la República le entregó al Gobierno Nacional US$2.790 millones y a cambio el Gobierno le entregó activos en forma de titulos de deuda pública (TES). Estos títulos son líquidos, se negocian activamente en el mercado secundario y son de cotización obligatoria por parte de los creadores de mercado, características que permiten al Banco utilizarlos fácilmente en sus operaciones monetarias.
Al efectuarse esta transacción de compra de TES por parte del Banco de la República el monto total de la deuda pública queda igual, puesto que el Banco entrega al gobierno la misma cantidad de reservas que recibió de parte del FMI por medio de los DEG, por lo que en términos técnicos no constituye una operación de financiación por medio de mayor emisión de moneda, si no de una operación que le brinda liquidez al Gobierno Nacional para las necesidades de recursos líquidos actuales o futuras.
De esta manera, las reservas internacionales del país se mantienen igual al monto que tenían antes de la asignación de los DEG y tampoco hay un cambio en la base monetaria (cantidad de dinero en en circulación).
Aunque técnicamente la transacción es una mera operación contable, en la práctica, el Banco le presta dinero al Gobierno el cual lo debe devolver al emisor con intereses en dos pagos, uno en 2029 y otro en 2037.
Operación no constituye una emisión o préstamo: Villar
Según el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, esta "transacción no implica un incremento del déficit público ni su financiamiento y, por ende, tampoco genera un aumento de la deuda pública", porque “esta operación no constituye un préstamo, no aumenta la deuda de la Nación y no constituye una emisión monetaria”.
Por su parte, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, indicó que los recursos serán utilizados en 2021 y se irán monetizando gradualmente.
Restrepo mencionó que aunque estos recursos no representan un ingreso adicional, "no reduce el déficit fiscal" si ayuda a reducir las amortizaciones de la deuda interna y con ello las necesidades de financiamiento en un 45%, cerca del 1% del Producto Interno Bruto, sin aumentar el endeudamiento público”. DATAIFX / ACTA DIURNA