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Así quedaron las nuevas mesas directivas del Congreso

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Sin mayores cambios y con un amplio respaldo, se integró éste martes la última mesa directiva del Senado de la República para la legislatura 2021-2022, la cual será dirigida por el conservador antioqueño, Juan Diego Gómez, quien sacó 93 votos a su favor frente a 7 del opositor Antonio Sanguino.


Gómez es abogado de la Universidad de Medellín, con maestría en la Universidad Nacional, en Recursos Minerales. En el ejercicio político ha sido diputado de la Asamblea de Antioquia durante dos períodos (2004-2007 y 2007 – 2010), a la Cámara de Representante llegó a la Cámara (2010 – 2014) y al Senado llegó en 2014 hasta la fecha.



En la actualidad es el presidente de la Comisión Segunda la cual se encarga de Política internacional y defensa nacional entre otros temas.


En su discurso Gómez señaló que “seamos sinceros, no estamos en el mejor de los momentos, y reconocerlo, es el primer paso para retomar el valor civil y el sentido político para trazar la ruta que nos lleve hacia la reconciliación y con ella, la superación de nuestros problemas, la violencia no es una opción y nuestras diferencias no son la causa para acabar con nuestra democracia”.


Expresó además que “la sordera estatal es el detonante de la indignación, que a su vez, es una las principales causas de la protesta pública. Es legítimo hacerse escuchar cuando los oídos del poder se cierran. Entenderlo y procesarlo es evitar que el estallido escale a dimensiones incontrolables, que incluso, den rienda suelta a formas disfrazadas de democracia, que no son más que tiranía empacada en el peligro del populismo o peor aún , en el gobierno de las minorías”.


Anunció Gómez que el Senado habilitará una ambiciosa plataforma tecnológica que le permita a los ciudadanos desde cualquier rincón del país, intervenir en el ejercicio legislativo, como un agente activo en la factura de la ley y en el accionar del control político.


Gómez sostuvo que en este año de labores buscará que se legisle para los jóvenes, “un congreso de cara a la juventud colombiana, exige establecer y decodificar un diálogo intergeneracional que nos permita comprender las necesidades, de una juventud que palpita fuerte en la calle, una juventud que nació en la era digital, que interactúa a través de las redes sociales, con grandes conquistas en derechos individuales y colectivos, una juventud que desea ponerle corazón a la construcción del nuevo país que reclama, pero que esa construcción demanda más que arengas, pancartas, lives, marchas y grafitis, bienvenida la movilización audaz, sea ácida o alegórica, pero mucho más bienvenida la propuesta concreta, la idea sensata, la participación activa, y la influencia definitiva en cualquier proceso que la democracia ofrezca. Un lenguaje claro, sencillo y transparente, es la mejor opción de comunicación”.



Invitó además a ese sector de la población a que se anime a participar en las próximas elecciones de los Consejos Municipales de Juventud que se realizarán en 1097 municipios y 33 localidades del país a finales de noviembre.


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También asumió compromiso con las mujeres de Colombia. Al respecto señaló que “el Congreso de la República tiene una deuda histórica con ustedes, especialmente con aquellas que se han consagrado a la conservación y al cuidado de la vida, creo firmemente queridos compañeros congresistas que debemos saldar la deuda con las mujeres y en particular con la mujer cuidadora, aquella que se dedica al cuidado del hogar, al cuidado de adultos mayores, al cuidado de niños, incluso, al cuidado animal y al cuidado de cualquier forma de vida que haga de nuestro entorno un lugar mejor”.


Insistió en que “la agenda de los jóvenes que se han expresado en muchas ciudades del país y que debe ser abordada de manera rápida por este congreso, la matrícula cero un gran programa del gobierno y a la vez una conquista de los estudiantes, pero con solo su anuncio o la cobertura por un semestre no es suficiente, debemos ampliarla por lo menos para los próximos cinco años, buscar su financiación para que sea sostenible y a la vez responsable fiscalmente”.


Frente al diálogo social, el nuevo presidente del Senado sostuvo que el mismo requiere de su legitimidad y del respeto, “el dialogo social que demandan las diferentes expresiones de los ciudadanos en la calle para construir una agenda de concertación donde reconozcamos las diferencias regionales, económicas y políticas que nos permitan tomar el rumbo de la reconciliación a partir del debate democrático”.


Finalmente dijo que “ahora es nuestro turno de dejar un legado de superación para las nuevas generaciones y mantener así las características de personas de progreso y de bien para la construcción de una nueva sociedad, vamos a acompañar a nuestros jóvenes, con su espíritu, su corazón, su energía y creatividad para construir la Colombia que queremos. Dejemos ahora que los jóvenes sean los protagonistas”.



Los vicepresidentes


En la primera vicepresidencia fue elegida la senadora Maritza Martínez, del Partido de la U, mientras que para la segunda vicepresidencia el senador de la Colombia Humana, Gustavo Bolívar alcanzó 32 votos a favor y 66 votos en blanco, lo cual obligó a repetir su votación.


La caída de la candidatura de Bolívar, uno de los principales aliados del senador Gustavo Petro en el Senado, generó polémica entre la oposición, dejando en evidencia una división entre los partidos que la componen.


Al no poder presentarse de nuevo a la candidatura, la Alianza Verde postuló al senador Iván Name para la segunda vicepresidencia de la corporación. Bolívar criticó esto, al asegurar que con esta decisión, se estaba “violando el estatuto de la oposición, porque (los verdes) ya ocuparon la segunda vicepresidencia, y haciéndole el juego al uribismo, postula a Iván Name. Es una traición a las minorías”.


Sin embargo, la senadora de la Alianza Verde Angélica Lozano criticó la postura de Bolívar, asegurando que la Colombia Humana no había apoyado la candidatura de Antonio Sanguino a la presidencia del Senado, para respaldar la candidatura de Gómez.


“Nosotros como bancada del Partido Verde votamos por Gustavo Bolívar a la segunda vicepresidencia y logramos 32 votos. Fuimos vencidos por 66 votos en blanco”, dijo Lozano.


Y agregó que “yo misma le entregué a la mano a todos los senadores de izquierda la papeleta Sanguino presidente. 4 senadores del Polo me al devolvieron: ‘Tenemos acuerdo con conservadores y uribistas por Juan Diego’. Nosotros votamos por Bolívar y perdimos. Al repetir, (el) único postulado (fue) Iván Name”.


En todo caso, el Senado votó una vez más para la segunda vicepresidencia, y el senador Name obtuvo 66 votos a favor para llegar a dicho puesto.



En la Cámara de Representantes, las votaciones ocurrieron como se esperaba. La representante del Centro Democrático Jennifer Arias fue elegida presidenta de la corporación, con 130 votos a favor, 22 en blanco y 1 nulo.


La primera vicepresidencia fue para el liberal Carlos Ardila, quien consiguió 152 de los 153 votos recibidos. Y la segunda vicepresidencia quedó en manos de la oposición, con el representante Luis Alberto Albán, también conocido como Marco Calarcá, del Partido Comunes (antes Farc); la votación fue de 90 a favor y 60 en blanco. COLPRENSA

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