¡Estamos de luto!
- Por: Víctor Herrera M.
- 19 ago 2020
- 3 Min. de lectura

Por si no lo recordamos Colombia está hoy entre los 5 primeros países del mundo que registra diariamente más fallecidos por COVID-19. Y el Departamento del Atlántico, nosotros, ocupamos el segundo lugar a nivel nacional en el número de fallecidos, detrás y muy cerca de Bogotá –que tiene 4 veces más población– y muy por encima del Valle del Cauca y Antioquia. Según el INS, en nuestro departamento llevamos hasta ayer un total de 2.774
Para que nos hagamos una idea: La cifra oficial de muertos en los horrorosos atentados terroristas del 9-11 del 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York fue de 2.895 personas. ¡Estamos cerca de esa cifra, y aquí seguimos contando…
El peligro no acabará hasta que hayan inventado la vacuna, llegado al país y la mayoría de los habitantes la haya obtenido.
Por eso nos parece inoportuno, indolente, imprudente, irrespetuoso y hasta cínico, por decir lo menos, hablar del próximo Carnaval en medio de esta tragedia humanitaria sin precedentes, del dolor de tantas familias que no pudieron despedirse de sus seres queridos, del miedo que produce todavía salir a la calle y esperar 15 días por los posibles efectos mortales de un enemigo invisible.
Hoy tenemos que enfocarnos en muchos otros temas trascendentales: Cómo vamos a reconstruir el tejido social golpeado de manera inmisericorde; cómo vamos a compensar a las familias que han perdido su sustento; qué vamos a hacer con la altísima cifra de damnificados por la pandemia; qué nos vamos a inventar para revertir la ruina de los campesinos, la quiebra de medianos, pequeños y micro empresarios y los cada vez más altos índices de desempleo, informalidad y hasta de criminalidad; cuál va a ser el tratamiento especial para nuestros niños traumatizados en una etapa crucial de sus vidas y para los jóvenes atrasados en sus estudios quien sabe hasta cuando; cómo vamos a encarar la nueva convivencia sin saludos, sin acercamientos, sin abrazos, casi ignorando o rechazando a cualquier semejante; cómo vamos a reforzar nuestros controles sociales y a revisar nuestro sistema de salud a fin de evitar una nueva crisis.
Y que no se preocupen los que están pensando ahora en Carnaval: “El Carnaval va por que va”, y en la fecha estipulada…!!
Recordemos que hace solo dos años sufrimos el más terrible ataque terrorista en la historia de Barranquilla: explotaron 2 bombas colocadas por el ELN (una en la Estación San José y otra, al día siguiente, en un CAI en Soledad) dejando como saldo 6 policías muertos y casi 50 heridos. A la semana siguiente salía la Guacherna y a los 15 días la Batalla de Flores.
Son muchos los intereses en juego alrededor de esta “fiesta cultural”, y no precisamente de los hacedores.
Además, para esa época la vacuna contra la COVID-19 ya estará inventada y aplicada. La guerra geopolítica por el antivirus entre China, Rusia y EE.UU se habrá resuelto.
De tal suerte que habrá muchas Máscaras, para recordar las “mascarillas” que usamos hoy; bailarán la Danza del Garabato aunque en la vida real habrá ganado la muerte; No habrá distanciamiento social ni Ley Seca en los muy productivos palcos de la Vía 40; Joselito partirá borracho para resucitar un año después, como no lo harán casi 3 mil víctimas ahora. Y el Miércoles de Ceniza nos recordará el humo incesante que arrojan por estos días los atestados hornos crematorios de nuestros cementerios.
Como dijo el dueño del circo, tras la trágica muerte de sus trapecistas luego de una maroma fatal: “…El espectáculo debe continuar…”
@vherreram
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