"El virus ha desnudado la fragilidad del sistema de salud": Federación Médica
- Redacción Acta diurna
- 20 abr 2020
- 4 Min. de lectura

La Federación Médica Colombiana ha sido una de las entidades que ha expresado los problemas estructurales del sistema de salud. Su presidente, Sergio Isaza, habló sobre la tensa situación que vive el sector de la salud y de su retiro de la mesa de diálogo con el gobierno. La falta de pagos y la deficiencia en la entrega de insumos de bioseguridad son solo algunas falencias que enfrenta el personal de salud, que ha causado la muerte de varios profesionales desde el pasado 11 de abril.
El panorama del sector en medio de la coyuntura que atraviesa el país a causa del virus no es alentador, teniendo en cuenta las denuncias que se han venido presentando desde varios departamentos, donde se habla de deudas en hospitales y cierres de clínicas, así como de irregularidades en pagos, insumos, infraestructura, entre otros, que desnudan el complejo momento.
A continuación, una entrevista con el presidente de la Federación Médica Colombiana, Sergio Isaza.
Las ARL se comprometieron a entregar 2 millones de implementos de seguridad en lo que resta del mes. ¿Qué tan viable es que se pueda cumplir con las medidas de protección que requieren los profesionales de la salud?
Hay que tener en cuenta cuáles son las ARL que entregarán los insumos como guantes, mascarillas, polainas y trajes con el aval del Invima, así como los hospitales que recibirán estos recursos.
En cuanto a la viabilidad, es necesario que la Contraloría vigile y sepa qué se está haciendo con las órdenes de compra, y si es efectiva la entrega de materiales, no que esto se vuelva otro decreto o papel sin efectividad.
¿Cuáles zonas son las más críticas en cuanto a insumos, falta de pagos y deficiencias en la contratación?
Todas las ciudades están en crisis con una leve diferencia en las grandes ciudades, donde hay un mayor desarrollo de estructura hospitalaria y un mayor avance desde el punto de vista tecnológico. Pero, de acuerdo con la encuesta que realizamos entre la última semana de marzo y la primera semana de abril, la Federación Médica Colombiana y el Colegio Médico Colombiano encontraron que prácticamente todo el país tiene deficiencias. Entre más periférica sea la zona y menos desarrollada, mayor será la falta de insumos.
La otra cuestión es que el 80 % de la población sanitaria está desprotegida en el punto de vista laboral y de seguridad social. Es más, solo el 20 % tiene resuelto su problema de contratación.
¿Tienen cálculos de cuántos médicos están contagiados con coronavirus?
El viernes en la mañana, en la plenaria de la Cámara de Representantes, hablamos de un caso de contagios en una clínica en Magdalena. Según el doctor Antolín Ortiz, del Colegio Médico Colombiano, 24 profesionales tienen COVID-19, por lo que pidió mayor vigilancia a estos casos y la entrega de implementos de atención a los servicios de salud.
En Pereira se sabe que hay diez más que contrajeron la enfermedad y en Bogotá cuatro en el Centro Policlínico del Olaya.
En cuánto a capacidad de camas hospitalarias y camas UCI, ¿se sabe cuáles zonas tienen menos camas y presentan mayores dificultades de atención?
Hay poblaciones de alto riesgo, como por ejemplo Chocó, que no tiene suficiente cantidad de camas para atender una contingencia como esta, y las poquitas camas que hay son privadas.
De manera que estamos ante una situación de una gran incertidumbre y temor.
Igualmente, en la audiencia que hubo ante los representantes de la Cámara se informó lo de Magdalena y Nariño, pues en Tumaco no hay unidades de Cuidados Intensivos, en Buenaventura hay muy pocas, y lo más grave es que la gran mayoría son privadas. Entonces, es a esas UCI a las que se debe obligar a que reciban a cualquier paciente, sea positivo para COVID-19 o no lo sea.
¿Cree que con los gestos simbólicos a través de aplausos se está haciendo un verdadero reconocimiento de la labor que ustedes cumplen?
Desafortunadamente, el personal médico no ha tenido acceso ni a elementos de protección personal ni a salarios o contrataciones dignas.
Muchos profesionales trabajan con formas de contratación a destajo o por prestación de servicios, lo cual nos deja desprotegidos ante alguna eventualidad, no responden por nosotros si nos enfermamos o morimos, y además de esto, nos tenemos que enfrentar a la discriminación por el miedo y el pánico de la gente a contraer el COVID-19.
Las comparaciones son odiosas, pero a las Fuerzas Militares se les da uniformes y armamento necesario para combatir en una guerra.
Nosotros estamos batallando la nuestra en medio de muchas dificultades sin las debidas garantías. Más que aplausos, pedimos protección para evitar más muertes entre nosotros.
¿Se han sentido estigmatizados por el temor que tiene la gente al contagio?
Desafortunadamente es lo que ocurre en muchos casos. El pánico está reinando en la gente y eso genera que muchos profesionales sean discriminados. El estigma y la falta de garantías están afectando a todo el gremio.
¿Cree que el Gobierno está manejando de manera correcta la lucha contra esta enfermedad?
Lo que ha hecho el COVID-19 es desnudar la fragilidad y la incapacidad de un sistema como este para resolver situaciones de emergencia como las que estamos viviendo. Este es un sistema que vive del lucro y la venta de servicios médicos para facturar y vender equipos de última generación y robar recursos para la salud.
Este debería ser un sistema en que debería primar la prevención de enfermedades y un bienestar digno para los colombianos.
¿Por qué se levantaron de la mesa?
Según la Federación Médica Colombiana, fue por tres situaciones ocurridas en estas conversaciones:
Primero, consideraron inconveniente las convalidaciones de títulos adquiridos en el exterior. En cambio, se propuso adelantar los grados de los estudiantes de último año para que ellos participarán en cuestiones de telemedicina y orientación telefónica, sin exponerlos al riesgo de ser contagiados con el COVID-19.
Segundo, propusieron que se dispusieran habitaciones hoteleras para que el personal sanitario pudiera descansar y reponerse del turno, bañarse, cambiarse de ropa y luego salir a trabajar, y el Gobierno no lo vio viable.
Y tercero, por el decreto 537 de 2020, en el cual prácticamente se obligaba al personal médico a laborar, sabiendo los riesgos que se están corriendo. VANGUARDIA
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