En 130% aumentaron las muertes tras cirugía estéticas: Medicina Legal
- Redacción Acta diurna
- 9 mar 2020
- 3 Min. de lectura

Valle del Cauca, Antioquia, Bogotá, Caldas y Santander, son los departamentos de Colombia en los que, según el más reciente reporte de Medicina Legal, más personas fallecen después de realizarse procedimientos estéticos. Una problemática que, según la entidad, se ha incrementado un 130% en los últimos años.
En las últimas semanas se han presentado 3 muertes de mujeres que han tenido intervenciones quirúrgicas mal hechas en Barrancabermeja, Medellín y Bogotá, y otra más está en estado crítico por una cirugía mal hecha en Fusagasugá.
El caso más reciente fue el Luz Dary Silva, una mujer de 29 años que fue operada en Barrancabermeja. Según lo dio a conocer el diario Vanguardia, la mujer falleció el pasado 2 de marzo, luego de permanecer internada en la Unidad de Cuidado Intensivo del Hospital Regional del Magdalena Medio, tras hacerse una lipólisis láser en un centro estético, que le drenó un líquido que tenía en su cuerpo.
En Medellín, Leidy Johana Herrera se realizó un ‘combo estético’ que consistía en una elevación mamaria, una lipoescultura y una lipotransferencia de glúteos en la Clínica Bella Vie. No obstante, falleció 48 horas después de ser practicada la operación. A raíz de la muerte de la joven, se cerró un quirófano y un consultorio de manera temporal, debido a hallazgos de las autoridades.
En su momento, la clínica manifestó desconocer que se hubieran presentado complicaciones durante la cirugía ni en las 24 horas siguientes y aseguró que “a pesar de que la paciente no murió en las instalaciones, nuestra institución defiende y preserva las vidas humanas, por eso lamenta profundamente este fallecimiento”.
En Bogotá, Marcela Mendoza, quien se desempeñaba como dragoneante del Inpec murió el pasado 31 de enero, tras haber sido intervenida por un cuestionado médico que no aparecía en el Registro Único Nacional de Talento Humano en Salud (Rethus). Anteriormente, este médico había sido demandado tras haber hecho una cirugía a Ana Bolena Carvajal en Armenia, procedimiento que le causó la muerte al poco tiempo de haber sido intervenida.
Por su parte, en Fusagasugá una mujer está en grave estado de salud tras haber sido inyectada en los glúteos con aceite de cocina en una intervención realizada en su domicilio.
Estos casos muestran no solo graves irregularidades de médicos que han operado pacientes en malas condiciones, sino también que algunos tendrían títulos fraudulentos para ejercer su oficio como supuestos cirujanos plásticos.
Lorena Beltrán, activista por la reglamentación de los procedimientos médicos en Colombia, expresa que la situación es alarmante, debido a que muchas personas en el país acceden a una cirugía sin saber con precisión el cargo de la persona que le realiza el procedimiento, confiando en indicadores como los ‘me gusta’ en redes sociales.
“Muchos médicos embaucan a los pacientes dándose diversos títulos como ‘médico cirujano’, ‘médico estético’, ‘cirujano plástico’ o ‘cirujano estético’. Desgraciadamente, los pacientes no conocen la diferencia y por eso corren el peligro de quedar en malas manos”, recalcó Beltrán.
Para verificar si alguien es cirujano plástico, Beltrán recomienda llamar a las instituciones en donde haya estudiado el especialista para verificar si en efecto, realizó estudios en estos lugares. Así mismo a través del Rethus se puede, mediante la cédula de ciudadanía del médico, saber qué formación tiene.
Con respecto a la acción de los influencers que promocionan productos relacionados con salud, la Superintendencia de Industria y Comercio anunció en septiembre de 2019, la realización de una guía para finales de ese año para que haya una autorregulación sobre los productos que se promocionan.
Para Andrés Barreto, superintendente de Industria y Comercio, la guía no es una norma, sino que es un instrumento vinculante, en el que las empresas y las agencias digitales tengan herramientas a la hora de contratar influencers sobre conductas mínimas a la hora de promocionar un producto.
Así mismo, la guía tiene como objetivo que se establezca dentro de las buenas prácticas que el influenciador tenga certeza de que lo que esté promocionando o recomendando cuente con los debidos permisos, en especial si se trata de un tema médico.
“Cuando una persona se pone a promocionar en sus redes sociales un cirujano o un procedimiento quirúrgico, debe entender que está incurriendo potencialmente en un riesgo por promocionar eso. Además, hay que verificar que el médico tiene las autorizaciones para hacer cirugías estéticas. De lo contrario, ahí habría una reglamentación muy clara y es que hay una falta de responsabilidad médica y ética, pues el médico debe estar registrado como cirujano plástico para ejercer”, destacó Barreto. COLPRENSA
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