Con militares y estrategia de comunicación gobierno se enfrenta al paro
- Redacción Acta diurna
- 19 nov 2019
- 3 Min. de lectura

Con más presencia en los medios de comunicación y medidas de seguridad como la posibilidad de autorizar toques de queda y el acuartelamiento de primer grado de la Fuerza Pública, el gobierno se enfrenta a la protesta del próximo jueves 21 de noviembre.
Este domingo, después de 15 meses de mandato, el presidente Iván Duque estrenó en el canal institucional su programa de televisión Conéctate con Duque, en el que responde preguntas de la comunidad y rinde cuentas.
Lea también: Ordenan acuartelamiento de primer grado a las FF.MM. por el paro del 21 de noviembre No parece casualidad que este espacio se haya estrenado precisamente esta semana, cuando su Gobierno se prepara para hacer frente al paro convocado por las centrales obreras, los estudiantes, los indígenas, campesinos y pensionados, este próximo jueves 21 de noviembre, contra sus políticas.
En los últimos días, el presidente ha dado entrevistas a varios medios de comunicación, al igual que algunos de los ministros de las carteras más relacionadas con la protesta. Este esfuerzo por comunicar mejor sus esfuerzos hace parte de la estrategia que ha puesto en marcha el presidente para contrarrestar las críticas que se le vienen haciendo por temas como las reformas laboral y pensional y la falta de recursos para las universidades públicas.
En el tema de seguridad también son varias las medidas con las que se viene preparando el Gobierno.
Toque de queda
La medida más importante es la expedición de un decreto (que hasta el cierre de esta edición no se había firmado) en el cual se autoriza a alcaldes y gobernadores a decretar toques de queda, restringir la circulación de personas en el espacio público y prohibir el porte de armas, así como la venta y consumo de bebidas alcohólicas, si consideran que hay una situación de orden público que lo amerite.
La preocupación que existe, tal como lo han reconocido sectores cercanos al Gobierno, es que se desate una ola de violencia como las de Chile, Bolivia o Ecuador, donde se destruyeron estaciones de metro y fueron quemados edificios públicos.
Repetidamente, el presidente Duque ha manifestado que respeta el derecho a la protesta, pero no permitirá el vandalismo ni la destrucción de lo público. Todos sus ministros y los alcaldes de las principales ciudades del país han hecho eco de estas afirmaciones.
El Gobierno también decretó el cierre de pasos fronterizos tanto terrestres como fluviales desde las 00:00 horas del 21 de noviembre y hasta cumplidas las 24 horas del mismo día. El ministro de Defensa, Carlos H. Trujillo, negó que se haya dado la orden de militarizar a Bogotá.
Militarización
En efecto, Carlos H. Trujillo, ministro de Defensa, señaló que de cara a la jornada de paro se activó el puesto de mando que tiene como fin coordinar las acciones de todas las entidades del Estado y que desde el viernes se han realizado seis reuniones, dos de ellas con presencia de Iván Duque.
A la par con el puesto de mando central, ubicado en la Dirección General de la Policía en Bogotá, se activaron 35 puestos locales en las principales ciudades del país para “llevar a cabo una coordinación efectiva” entre entes regionales y autoridades nacionales.
Para el recién estrenado Ministro de Defensa, “la Fuerza Pública garantiza la seguridad de los ciudadanos que participan en la protesta pacífica para que puedan ejercer libre y tranquilamente su derecho democrático, pero se actuará con contundencia frente a las manifestaciones violentas si es que estas tienen lugar”.
Lo que sí se ordenó es el acuartelamiento en primer grado de toda la Fuerza Pública, lo que significa que se suspenden los permisos o vacaciones con el fin de que todos los miembros estén disponibles para custodiar las marchas en todo el territorio nacional.
¿Ha sido correcta la respuesta de Duque?
Patricia Muñoz, analista política, señala que el mensaje del Gobierno da lugar a una doble interpretación. Por un lado, algunos pueden considerar que estas son medidas necesarias para que el paro no sea infiltrado por personas que saboteen o inicien actos de violencia, pero otros pueden considerar que son desmedidas en relación a los paros anteriores.
Mauricio Jaramillo, analista político, destaca en cambio que hay demasiada prevención en relación a las marchas y que se puede estar estigmatizado a quienes saldrán a marchar.
“En un afán por desvirtuar la marcha se ha creado un ambiente de pánico de que el país va a desaparecer, que habrán actos de barbarie, un poco a la luz de lo que ocurrió en Chile o Ecuador, donde efectivamente hubo desmanes. El Gobierno considera que está en el deber constitucional de evitarlo”, agrega Jaramillo. COLPRENSA /ACTA DIURNA
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