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Después de la fuga

  • Por: Víctor Herrera M.
  • 17 oct 2019
  • 3 Min. de lectura


Independientemente de las razones que haya tenido la ex congresista Aida Merlano para fugarse o de si los poderosos políticos que ella delataría fueron sus patrocinadores, hay una serie de hechos posteriores a la escapatoria que demeritan el actuar del gobierno, de las fuerzas de reacción del Estado, del poder judicial y de la fiscalía.


En los hechos es claro que la responsabilidad única del Inpec llega hasta el momento de la fuga del consultorio odontológico a las 3 PM del 1 de octubre. A partir de allí comienzan otras responsabilidades de organismos y entidades del Estado y de gobierno.



Veamos. Solo una hora después de notificada la fuga por la dragoneante que le custodiaba en el consultorio llegaron sus compañeros. Antes incluso lo había hecho la prensa que enteró al país. La policía inició un “plan candado” que nunca funcionó. En este punto vale la pena evaluar: si unidas las fuerzas militares, la policía, el Gaula, los organismos de inteligencia, la Dijin, la Sijin, y no sabemos cuántos mas no pudieron recapturar a un prófugo en las primeras 72 horas de su fuga en plena zona céntrica de Bogotá -en donde se encuentran las sedes de las altas cortes, los ministerios, el congreso, la presidencia de la república, etc., etc.- imaginémonos cuando se trata de capturar a personas al margen de la ley en el Catatumbo o en Arauca o en el Cauca. De hecho, una gran duda por resolver es qué tipo de organización criminal planeó y realizó esta espectacular y cinematográfica fuga.


Cada segundo, cada minuto, cada hora que pasó después de la fuga evidenció a las claras la incompetencia de nuestras fuerzas de reacción.


Luego viene el anuncio de la “recompensa” de $10 millones para quien diera información. La misma suma que hace 3 años ofrecieron por el paradero de la bicicleta de Carlos Vives..!! .


Al día siguiente la subieron a $50 Millones. Muy inferior a los $3 mil millones que había ofrecido el presidente Duque hacía un mes por cada uno de los del video de la “Banda de Iván Márquez”.


El gobierno solo reacciona a las 24 horas con los despidos del director del INPEC y de la directora del penal. La ministra de justicia a las 48 horas dice que: “..es una burla..” y el presidente que: “..hay que capturarla..”. Lo obvio. Mientras, el Ministro de la Defensa y el Fiscal, tan locuaces, guardan silencio.


Entre tanto la cadena de custodia de la prueba se ha roto. Todos conocimos los videos a las pocas horas el hecho. Sin embargo 3 días después la hija de Aida Merlano anuncia -mediante abogado- que está a disposición de las autoridades y entonces al día siguiente es “capturada” en Barranquilla de manera absurda y trasladada a Bogotá. La ley colombiana contempla un tipo penal que solo implica a servidores públicos o a quien tenga la custodia del reo para la figura de la facilitación de fuga de presos y éste no es el caso y, de otra parte, la Constitución la protege de declarar en su contra o de su madre. Tratan de coger a la cría para atrapar a la madre. El mundo salvaje.



Ese mismo día el odontólogo se entrega a las autoridades.


En conclusión: lo que pasó antes de la fuga de Aida Merlano es hasta ahora un misterio, pero lo que ha ocurrido después ha sido revelador y decepcionante. No hemos aprendido nada de las fugas de Hurtado, Restrepo, Arias, Santrich, Oneida, Márquez o ‘El Paisa’, etc.?


@vherreram

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