Sin venta de activos la deuda bruta del país sería del 54% del PIB: Asobancaria
- Redacción Acta diurna
- 9 jul 2019
- 4 Min. de lectura

La Asociación Bancaria y de Entidades Financieras (Asobancaria) dio a conocer un estudio en el que hizo un análisis del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2019 y perspectivas fiscales del país.
El gremio señaló que “algunos supuestos asumidos por el Gobierno sobre los ingresos y gastos, en nuestra opinión, pueden parecer optimistas, por lo que es conveniente construir escenarios que permitan evidenciar en qué condiciones se incumpliría la regla fiscal y cuál sería la trayectoria de la deuda bruta como porcentaje del PIB”.
Así las cosas, la asociación mencionó cuatro escenarios frente a lo publicado en el MFMP, partiendo de la base que el crecimiento de la economía colombiana para 2019 crecería un 3,2% y alcanzaría su potencial de 3,8% hacia 2022 (según estimaciones de Asobancaria).
El primer escenario plantea una caída del recaudo tributario de 0,2 puntos porcentuales (pp) en 2021 y de 0,3 pp a partir de 2022, dejando lo demás constante. El sustento de este ejercicio se aparta de los ejercicios de sensibilidad hechos por el Gobierno ya que, si bien reconocemos que la disminución de la tarifa de renta corporativa y el descuento del 100% del IVA pagado por la adquisición de bienes de capital podrían dinamizar el crecimiento económico y a su vez el recaudo, no es menos cierto que la recuperación de los canales de inversión depende de otros elementos como la estabilidad jurídica.
En esta línea, la aprobación de políticas lesivas como la tarifa diferencial de renta para el sector financiero y el apoyo en el legislativo a medidas de corte populista generan inestabilidad y podrían contrarrestar los efectos positivos de la Ley de Financiamiento sobre la formación bruta de capital.
El segundo escenario establece que dada la alta volatilidad que han presentado las utilidades del Banco de la República, el aporte de estas a los recursos de capital no sería de 0,2% del PIB entre 2020 y 2030 (un escenario optimista pero poco probable dado el desconocimiento del componente ciclo-tendencia de este rubro) sino quizás de un nivel más cercano a 0,03% del PIB, que corresponde al promedio de estas entre 2005 y 2018.
En el tercer escenario se determina, dejando lo demás constante, que no se obtendría el 0,6% del PIB por concepto de privatizaciones y que solo en 2020 se llevaría a cabo la enajenación del 50% de la empresa Cenit. Para años posteriores, no se contempla que puedan enajenarse otros activos del Estado, so pena de un alto costo político que, quizás, el ejecutivo no esté en capacidad de asumir.
Para el cuarto escenario, se establece que la medida de sustitución de pasivos lograría alcanzar la meta de reducción del gasto de intereses de 0,9 pp entre 2019 y 2030, a diferencia de la implementación de la estrategia de focalización del gasto, que suponemos solo reduzca en 0,5 pp el gasto primario. En esta línea, para este ejercicio no se contempla que la estrategia de eficiencia en la asignación del gasto público genere un ahorro adicional, pues las rigideces en el rubro de funcionamiento y las dificultades para monitorear las reducciones en los costos de nómina, entre otros factores, hacen incierto el cumplimiento de la meta de 0,7% del PIB.
Según Asobancaria, en todos los escenarios, incluido el estimado por el Gobierno, habría un incumplimiento de la Regla Fiscal en los años posteriores al 2022, lo cual generaría pronunciamientos del Comité Consultivo de la Regla Fiscal (CCRF) y de las calificadoras de riesgo.
Frente al primer escenario la Asobancaria apuntó que: la pérdida de recaudo tributario no compensada por la dinámica de la inversión llevaría a que en el 2021 se incumpla la Regla Fiscal, lo cual iría en línea con las aseveraciones de algunos analistas respecto a la necesidad de llevar a cabo una nueva reforma tributaria en el corto plazo.
En lo que tiene que ver con el segundo, afirmó que estiman que de presentarse un crecimiento de las utilidades del Banco de la República similar al del período 2005-2018, se daría un temprano incumplimiento de la Regla Fiscal hacia 2020. “Esto pone en evidencia la importancia de estos recursos y los riesgos existentes, dado su volátil comportamiento”, aseguró.
Para el gremio representativo de los bancos el tercer escenario resulta mucho más preocupante, toda vez que de no materializarse la enajenación de activos en lo que resta del año, se incumpliría la Regla Fiscal y el déficit total llegaría al 3,0% en 2019. En el cuarto escenario, también se presentaría un incumplimiento de la Regla Fiscal, pero hacia el 2021.
El informe de la asociación deja en evidencia que en cualquier escenario el incumplimiento de la Regla Fiscal parece inevitable en el corto o mediano plazo. Además, añadió que esto conllevaría un encarecimiento del endeudamiento del Gobierno, y que conviene ver las posibles trayectorias de la deuda bruta del Gobierno como porcentaje del PIB, que incluyen el reconocimiento de pasivos en 2019 y 2020.
Finalmente, Asobancaria manifiesta que los escenarios planteados llevarían a que la deuda bruta como porcentaje del PIB no converja a niveles del 37% del PIB hacia 2030, sino que permanezca estable y cercana al nivel esperado para el presente año del 51,6%. La asociación aseguró que en el caso de no enajenarse activos del Estado prontamente, la deuda del Gobierno podría alcanzar un nivel cercano al 54% del PIB. DATAIFX
Comments