top of page

¿Dictaduras?, ¡Ni la del proletariado!

  • Por: Moisés Pineda S.
  • 9 may 2019
  • 7 Min. de lectura


Solo la democracia pare democracia, solo se aprende a ser libre en la Libertad y solo siendo pacifista se puede vivir en Paz. La frase, no es mía. Los conocedores se la atribuyen a Jaime Bateman y ella, de por sí es condición necesaria y suficiente para que fuera excomulgado, ipso facto, del santuario del Partido Comunista y de las guerrillas marxistas leninistas.


De allí que el M19, que no nació el 19 de Abril cómo se ha querido decir y que afirmaba, sin esguinces de ningún tipo que: "no somos, no hemos sido, ni seremos comunistas", empezará su existencia como la hoja de la Yagruma, la de la doble cara, la Hoja de Oyá, la guardiana de los cementerios.



Doble cara, no precisamente para expresar la idea de la hipocresía, la del ardid engañoso de la politiquería y de la traición, sino la que implicaba ser amigo y enemigo a la vez por el hecho de buscar, con las armas, acceder al manejo de los resortes del poder para hacer viable los predicados de libertad y de justicia que los partidos gobernantes decían profesar, pero que eran incapaces de materializar.


Hacerle la tarea a los otros que, por lo mismo, lo declaraban su enemigo.


Guardian, que tampoco significa hacer de defensor de la podredumbre que queda después de la muerte sino la del cimenterio, la de las tarjas, la de las losas de cemento bajo las cuales se han ido encerrando las paradojas según las cuales, tal vez siguiendo el ejemplo de la revolución francesa que parió un emperador, era posible esperar que de la dictadura naciese su antítesis, la Democracia, de las cárceles de miedo, la Libertad y de las guerras, la Paz.


La yagruma, unas veces blanca, otras verde, asaz carmelita y más tarde gris que en el mundo real es como predicar que solo la democracia pare Democracia, que solo se aprende a ser libre en la Libertad y que solo siendo pacifista se puede vivir en Paz.


Un lenguaje de difícil comprensión en sociedades que en el siglo XXI son dirigidas por quienes siguen pensando como si estuviéramos en el Siglo XIX, que se resienten frente a la consolidación misma de las Repúblicas.


Unas élites que, contrariando toda evidencia, han desarrollado comunidades politicas que desde las dictaduras han aprendido a creer que la alternancia en el ejercicio del poder, el multipartidismo y el pluralismo ideológico, no son la forma material de la Democracia Viva, sino que son manifestación de debilidades del sistema político. Y que la Paz no es la ausencia de violencia, sino una sucesión ininterrumpida de treguas.


Por eso, Cuba y Colombia son dos casos interesantes. Herederas de unas historias comunes que sus dirigencias prefieren ignorar, comparten similitudes en el modelo y en la práctica política que sus élites gobernantes ocultan detrás de una densa cortina ideológica.


Así que aquí estoy. Transitando por Avenida Línea. A las 3:00 horas de este día Primero de Mayo de 2019. El servicio de alumbrado público es deficiente. Mejorarlo resulta poco atractivo para los inversionistas internacionales, no solo por la reactivación que Trump ha hecho de la Ley Helms Burton que los disuade de aproximarse a la economía insular, sino también porque, al decir de ellos, el gobierno cubano es "mala paga".


El tráfico sobre Línea es nutrido y absolutamente inusual. Buses articulados del Sistema Metropolitano de La Habana se alternan con otros de menor tamaño, con los que llegan de Artemisa, San Antonio, San José de las Lajas y desde otras poblaciones del nordeste de la Isla, cercanas a la Capital, al igual que con camiones de volteo y carromatos provenientes de las zonas rurales, todos ellos atestados de pasajeros.



A esa hora, cuando llegan al semáforo de la Avenida "Paseo" que conduce a La Plaza de la Revolución, se detienen para dejar a los manifestantes, armándose una larga fila de casi cuatrocientos metros de extensión.


La mayoría son jóvenes. Esa es una diferencia con la de Barranquilla donde la Marcha del Día del Trabajo parece la de una convención de adultos mayores, un meeting de ancianos que tienen 40 años de estarse encontrando los mismos con las mismas para hacer las mismas cosas, sin que los sindicatos que han sobrevivido a la arremetida neoliberal hayan sido capaces de generar un cambio generacional.


A la izquierda, como quien va para El Hotel Meliá Cohiba, ya se encuentran filados, vestidos de blanco riguroso, los hombres y mujeres del contingente de cadetes de la Naval de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas. Su banda de músicos ensaya algunos compases de "La Bayamesa" y otros aires marciales.


La Avenida "Paseo" es amplia. Dos calzadas de tres carriles, un bulevar de unos doce metros de ancho que parece un bosque urbano y unas aceras generosas conforman el espacio público en el que se han ido congregando los manifestantes desde las diez de la noche.


La fronda de los árboles, las deficientes luminarias leds y las feromonas, invitan al romance y no me fue extraño encontrar parejas que responden a las urgencias del cuerpo en los más oscuros e incómodas espacios que brindan los descuidados jardines de las señoriales mansiones que se alinean a lo largo de la vía.


¿Cuántos son los manifestantes que ocupan de esta manera el espacio? No sé. Sin embargo, no puede decirse como suele ocurrir que todos son funcionarios del Gobierno que asisten obligados (aunque todas las empresas sean propiedad del Estado). O que todos son miembros de las Fuerzas Militares que, siendo deliberantes, participan en politica, son afectas al gobierno y controladas (al igual que las empresas y sindicatos), por el Partido Comunista, alrededor de la consigna de "Unidad, Compromiso y Victoria"


Dicho de otra manera, esta Marcha es un evento del Gobierno y del Partido Único. Eso la diferencia de las marchas del Primero de Mayo que en Colombia son en contra del Gobierno, de ellas participan los Sindicatos de Trabajadores, a los cuales los Partidos Políticos no les prestan ninguna atención, no forman parte de sus estructuras y "los trabajadores lo son en cuanto clientelas que votan y hacen bulto".


Sin embargo, en Colombia tampoco los Servidores Públicos concurren a ella, no porque se sientan atacados o controvertidos, sino porque: "la Carrera Administrativa los hace políticamente indolentes" y eso incluye a la gran mayoría de los Maestros que, precisamente, son los primeros cooptados por los Gobiernos. Los de aquí y los de allá.


Y, ya que se menciona el asunto, en momentos en los que el Partido de Gobierno en Colombia busca castrar la Libertad de Enseñanza, controlando y sancionando las llamadas "actividades de adoctrinamiento", es pertinente recordar que el control sobre la educación pública, sobre planes, programas, contenidos y maestros por parte de los Gobiernos y de sus Partidos, estuvo en la base de nuestras guerras civiles a lo largo de los Siglos XIX y la primera mitad del Siglo XX.



Yo, los observo y camino entre ellos mientras llega la hora de empezar la marcha. Unos circulan, otros conversan y juegan barajas; muchos duermen a pierna suelta sobre el suelo y el césped; no pocos han armado corros en los que bailan al ritmo de la música reguetonera y antillana que difunden los altavoces situados en los cruceros que hay sobre "Paseo" entre las Avenidas de Línea y Zapata qué linda con la entrada a La Plaza de la Revolución , separadas que están por unos ochocientos metros de distancia.


Es noche de luna nueva, como la que está a los pies de La Virgen de La Caridad del Cobre, de Oshún, que esplende y parece que forma un solo cuerpo con la torre/ mirador del Monumento a José Martí


Yendo de aquí para allá, despunta el alba. Son las 6:22 de la mañana. A lo lejos se escucha una trompeta china que anuncia la presencia de grupos orientales de Congas de Paso. A esta hora la vía que lleva a la plaza de la Revolución en la Habana, esta a reventar.


Nadie se aventura a dar una cifra acerca de cuantas personas se han concentrado en este sitio, aunque todos coinciden en decir que "hay más gente que el año pasado".


Más de cinco personas han pasado frente a mi llevadas en camilla por los paramédicos de la Cruz Roja Cubana. Falta quienes digan que a estas horas, cuando la temperatura ronda los veinte grados centígrados, no habiendo razones para el desmayo, solo el deseo de escaparse del desfile puede justificar el soponcio.


Los que las atienden diagnostican hipoglicemia (un pan con jamón y un fresco no son suficientes para soportar la jornada) en la mayoría de los casos y, en uno de ellos, borrachera.


Una mujer preñada, llevando a sus espaldas la bandera del Brasil, exhibe su vientre con un aviso escrito con marcadores que dice: "Eu Seu #Lulalibre".


Un grupo de Colombianos, de los que forman parte de la "delegación oficial" de los Sindicatos Solidarios con Cuba y Venezuela, portando la bandera de guerra tricolor, dan declaraciones ante los micrófonos de la Televisión Cubana y de la Unasur, sobre la conducta injerencista del gobierno colombiano en relación con Venezuela.


Son de los del grupo que ha tomado asiento en los lugares dispuestos para ellos en las tarimas de protocolo, al lado de las asignadas a los Miembros del Gobierno, del Cuerpo Diplomático y de los Partidos Comunistas del Mundo que se acostumbran acreditar para estas fechas.


Juan Esteban Ruiz, un amigo de esos que le saben la vida a todo el mundo, tal como lo hacen quienes en Roma, Bogotá, París o Nueva York ejercen como confidentes desde las sillas de sus peluquerías, me insiste en decir que los tales "delegados" realmente son estudiantes extranjeros de la Universidad de La Habana. Sus razones tendrá para decirlo y Usted y yo para creerlo, o no.


Lo cierto es que si bien pude identificar a lo lejos, y con la ayuda de un par de binóculos, a su Excelencia el Señor Embajador de Venezuela y a un conocido mío que es Miembro del Consejo de Estado Cubano, por más que me esforcé no pude encontrar al Embajador de mi país.



Un político de la izquierda colombiana, cuando le comenté el asunto por la Internet, respondió sin dar tiempo a otro análisis: "Seguramente debe estar en Colombia buscando cómo tanquear el carro de la familia con recursos de La Cancillería, porque el sueldo de Embajador no le alcanza"


Luego de dos horas, siendo las 9 de la mañana los últimos manifestantes llegan a la Plaza de la Revolución y las "brigadas de sanidad proceden a higienizar" la Avenida "Paseo".


En media hora estos grupos de aseadores habrán borrado los vestigios de una noche en vela y de sarao en el espacio público.


Comments


© 2017 Acta Diurna  - Línea de atención: (57) 318 3872489 - Calle 45 No 43-30 L. 115 - Barranquilla, Colombia
Contáctenos Aquí
bottom of page