La acreditación de la Universidad del Atlántico es real

La acreditación de la Universidad del Atlántico significa desde la fecha de expedición del Acto administrativo por el MEN, un aporte sustancial al desarrollo de los estudios superiores, la formación de los profesionales que la región requiere. Pero además se necesita de la constitución de una nueva clase dirigente; pero significa la incorporación de otro patrón o modelo de desarrollo.

Implica por parte de las autoridades el reconocimiento de una idea diferente acerca de la región Caribe y de sus funciones de complejidad y responsabilidad crecientes más todavía. Es más, debe admitirse un hecho: el traslado del centro de gravedad de la vida económica, política, demográfica y cultural de la región Caribe.

Lea también: Mineducación acredita en alta calidad a la Universidad del Atlántico

La Universidad del Atlántico debe seguir transformándose desde su mismo interior hacia un Litoral en expansión. Hasta este momento la Universidad del Atlántico a pesar de los esfuerzos de las dos últimas administraciones llevados para reformar la enseñanza que allí se imparte aun en algunos programas, predomina una concepción fuertemente jerarquizada, libresca, tradicional, es decir, responde a una pretérita concepción del mundo en algunos programas se nota el desarrollo y el cambio pero no ha sido suficiente.

Esta desigualdad de desarrollo sobretodo en la humanístico, educativo económico y jurídico ha perfilado un pensamiento reflejo. Programas como Ciencias Básicas, Arquitectura, Química y Farmacia, algunas ingenierías, en cambio, constituyen una franca ruptura con las pautas pasadas, porque por un lado, en ella ya se percibe un sentido de pertinencia institucional y por otro su desarrollo responden a las nuevas ideas venidas de las grandes universidades de la región y Europa.

Estos desarrollos desiguales deben permitir el jalonamiento de las Facultades rezagadas o que no impactan sobre su propio contexto. Pero sobre todo, algo que nos parece altamente significativo y acerca de lo cual insistiremos: El desarrollo investigativo que ha sido el verdadero motor impulsor de las facultades altamente desarrolladas, cuyas resonancias no solo pretendan expresar las exigencias de las nuevas relaciones de vinculación del saber con el saber hacer, sino también ser inspiradoras de una nueva actitud frente a la vida, la sociedad y la cultura.

Lo ocurrido la semana pasada en la Universidad nos debe preocupar a los docentes que verdaderamente formamos a nuestros estudiantes y que no le cobramos por unas acciones de copiar y pegar de páginas de internet para presentarlas como trabajo de grado, incluso los mal llamados líderes estudiantiles otrora representantes también se vinculan a esta práctica poco edificante.

Entonces la pregunta: ¿Qué puede liderar una estudiante de esta naturaleza? y a este hecho se ha sumado un docente vinculado a Aspu el profesor Sadid Ortega quien hace este tipo de “trabajos investigativos” a estudiantes que prefieren pagar $1.500.000 a $2.000.000 por estas porquerías hechas por estudiantes. La rectoría debería abrir un proceso disciplinario contra los docentes implicados.

Lo peor, en la Facultad de Educación esto se extiende hasta la maestría. Ya está este cartel que se le hace agua la boca con las becas Bicentenario donde esos dineros van a parar a un negocio de familia. Esa es la verdadera causa de querernos silenciar con la calumnia, el pasquín y la infamia.

La comunidad académica seria se encuentra indignada por los hechos ocurridos la semana pasada donde se quemó una moto de la Policía nacional en un acto vandálico. Esta chanza le sale al Departamento del Atlántico por la suma de 200 millones de pesos, una mota que servía para contrarrestar los robos de celulares, motos, autos, la venta de drogas y demás y dinero que sale de los que somos contribuidores y pagamos impuestos.

Lea también: Nueva ola de homicidios en Barranquilla

Rechazo de manera categórica estos hechos como un grupo de docentes que nos reunimos en el Centro Comercial Les Champs para tratar de salir del estado de asombro dado por los hechos. Mucho más porque el acto de quema del vehículo se dio dentro de las instalaciones de la Universidad del Atlántico. El hecho atribuible por un grupo anónimo de encapuchados que no se sabe si sean estudiantes de la Alma Mater o no a través de un comunicado, donde rechazan la injerencia política del Partido Cambio Radical en la Universidad del Atlántico.

Rechazan así mismo el proceso de acreditación de la cual ha sido objeto la universidad ya que la consideran como falsa, ¿habrase visto semejante despropósito?

El autor es Doctor en Ciencias Humanas y profesor titular de la Universidad del Atlántico