Los campos magnéticos se habrían originado en el universo temprano
- Redacción Acta diurna
- 31 ene 2019
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Un modelo teórico propuesto por un investigador de la Universidad Nacional, validado a partir de observaciones del cosmos y de cálculos matemáticos complejos, permitiría realizar nuevas investigaciones para inferir el lugar donde se originó el universo.
Según el estudio, los campos magnéticos tuvieron su origen durante la conformación del universo temprano, más exactamente en una etapa conocida como “inflación”, cuyo origen se remonta a un tiempo que equivaldría al orden de 10 a la menos 15 segundos después del origen del universo.
Aunque desde la década de los años cuarenta la información matemática permitía plantear este tipo de hipótesis, hasta ahora no se contaba con elementos que determinaran en qué momento se produjeron tanto los campos magnéticos como la energía requerida para la inflación.
Las investigaciones realizadas durante los últimos diez años por el estudiante Héctor Javier Hortúa, del Doctorado en Ciencias – Física de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), lo llevaron a abordar, desde una perspectiva distinta, la manera como se formaron estos campos magnéticos.
El estudio es es tan importante, que ya ha sido publicado en revistas internacionales de gran prestigio académico como Physical Review, Classical and Quantum Gravity y Journal Cosmology and Astroparticle Physics.
Años de estudio
Después de construir el modelo teórico que determina el proceso que origina estos campos magnéticos –adelantado en su pregrado y su maestría–, el doctorando elaboró una serie de simulaciones matemáticas para resolver estas ecuaciones, que pudieran confirmar estas hipótesis a partir de nuevas observaciones.
Con tal propósito, empleó información suministrada por el satélite Planck –lanzado en 2013 por la Agencia Espacial Europea para obtener datos más precisos sobre la radiación cósmica de fondo– proveniente de aquellas regiones más antiguas del universo, cuya edad se calcula en 300.000 años después de la creación del espacio-tiempo, o lo que se conoce como el Big Bang.
“Aunque el satélite recolecta toda la información asociada con la radiación que emiten galaxias y estrellas, la investigación no contempla la observación de ningún cuerpo celeste, sino la que proporcionan aquellos lugares que conformaron el universo temprano”, precisa el estudiante.
Como después de consolidar esta información se puede hacer un mapa del universo temprano, y cada punto de esa cartografía celeste tiene una radiación particular, la investigación analiza la correlación que existe entre unos y otros en forma pareada para establecer la señal que emiten, de tal manera que se pueda dar un modelo que determine la existencia de un campo magnético, su amplitud y el proceso que lo origina.
A la vanguardia de la ciencia
Aunque recientes avances tecnológicos permiten hacer un análisis similar comparando tres puntos distintos, la complejidad de los cálculos hace que muy pocas investigaciones de la comunidad científica internacional trabajen sobre estos aspectos, por lo que la de la U.N. también es pionera.
La investigación, desarrollada en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN) y en el Departamento de Física de la U.N., dirigida por el profesor Leonardo Castañeda, fue evaluada por un comité doctoral conformado por los profesores Beatriz Granados, del Instituto de Astrofísica de Canarias (España), Eduardo Rodríguez y Norberto Granda, de las universidades Nacional y del Valle, respectivamente. AGENCIA UN
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