Hidroituango: de la alerta roja a la alerta naranja
- Por: Amylkar Acosta M.
- 30 may 2018
- 2 Min. de lectura
En una carrera contra el tiempo, Hidroituango alcanzó la meta volante de los 410 metros de altura sobre el nivel del mar de la cresta de la presa en toda la longitud de llenado, que alcanza unos 480 metros, lo que permitirá utilizar el vertedero del embalse para evacuar los excesos de agua en lugar de los túneles de desviación, uno de los cuales provocó la emergencia debido a su obstrucción. De esta manera se podrán encausar las aguas del río Cauca, que han estado fuera de control.
Este es un hito de la mayor importancia, gracias al cual se conjuró el peligro de una avalancha arrasadora, el cual obligó a la evacuación masiva de millares de familias asentadas en las riveras del río Cauca. Este muro de contención impedirá la ruptura de la presa, al evitar que el embalse rebase el nivel de la presa, que es el peligro mayor, logrando su nivelación y estabilización.
Subsiste el peligro de que uno de los túneles, a través del cual sigue filtrándose agua, puede destaponarse y provocar una creciente súbita, mayor que la que ya inundó a Puerto Valdivia y se llevó a su paso varios puentes. Por el monitoreo y los trabajos en los distintos frentes de este megaproyecto continúan con prisa y sin pausa. Hasta tanto no se disipe esta eventualidad, no se puede bajar la guardia!
Merecen un reconocimiento las directivas de las EEPPM, a la Alcaldía de Medellín, a la Gobernación de Antioquia y al Gobierno Nacional, por la forma coordinada y responsable como se ha encarado esta emergencia y los más de 1.500 trabajadores, que desafiando los peligros que entraña su labor en este momento, resisten, persisten y no desisten hasta poner a salvo este proyecto que tiene un interés estratégico nacional. Para las poblaciones damnificadas nuestra solidaridad y deberán seguir siendo la prioridad y el centro de atención para las autoridades en la atención de este percance.
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