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El socialismo sigue siendo una utopía

  • Por: Ulises Redondo  C.
  • 18 may 2017
  • 4 Min. de lectura

Quienes expresan el temor de que Colombia tome el camino ´castro-chavista´, como consecuencia del proceso de paz con las FARC, lo dicen por crasa ignorancia o por mitomanía redundante y mal intencionada.


Para los mentirosos e ignotos que inventaron la expresión ´castro-chavismo´, y quieren engañar a una masa mucho más ignota, ´castro-chavismo´ viene a ser sinónimo de socialismo. Para más reseñas: Socialismo del siglo 21.


No leen historia. No se documentan. No han vivido experiencias. O mienten descaradamente. No ha habido socialismo en ningún país del mundo y mucho menos comunismo, que, teóricamente hablando, vendría a ser la etapa superior. No han leído el materialismo histórico de Marx, ni siquiera para hacer análisis comparativos y tener argumentos para refutarlo.



No quiero fungir como abogado del diablo. Solo quiero decir que el socialismo no es un proyecto socio-económico viable. Las condiciones objetivas y subjetivas no permiten que este modelo se desarrolle, por lo tanto no hay por qué ´temer´. Lo que hay enraizado en el mundo es la civilización capitalista que no nació en la Revolución Industrial. El esclavismo y el feudalismo fueron activos, acumulados fundamentales para que este se desarrollara y se desplegara por todo el globo terráqueo. La historia no es discontinua, no se da por pedazos.


La historia es un solo hilo conductor de la existencia humana. El pasado, el presente y el futuro están conectados inexorablemente.


La cultura capitalista está entronizada en la conciencia de toda la humanidad. No es la ideología la que cronometra el tiempo de esta triste historia humana. Son las condiciones naturales del hombre: el egoísmo y el odio son parteros de la historia.


El pobre Antonio Gramsci, teórico marxista, quien fuera detenido en 1926 y pasó el resto de su vida en prisión, donde murió en 1937, escribió varias obras defendiendo la causa humana. El filósofo italiano murió creyendo con sobrado optimismo que nacería el hombre ´nuevo´ y que el socialismo se entronizaría en el todo el mundo.


Para hablar del socialismo como concepto utópico, hay que ir a sus orígenes. La comunidad primitiva es el primer modo de producción social, que no requería un poder que estableciera el orden y el reparto de los productos obtenidos, debido a que el interés de cada uno de sus miembros estaba vinculados con su comunidad. El socialismo primitivo no se dio por una revolución social, sino por necesidad natural.


Tampoco podemos soslayar los fenómenos sociales ocurridos durante la Revolución Industrial en Inglaterra ni las ideas liberales-sociales de la burguesía naciente en la Francia feudalista y absolutista las que se convirtieron en fermento de la Revolución Francesa en 1789.


El trabajo de Carlos Marx fue compilar experiencias y textos, analizar y luego ordenar, escribir, darle coherencia textual a los fenómenos económicos, políticos y sociales ocurridos en Inglaterra y Francia. Entonces las ideas sociales que derivaron en ´socialismo´ no son patrimonio ideológico de Marx. En el mundo contemporáneo hasta los partidos de derecha y extrema derecha tienen políticas sociales, aunque lo hacen para poder lograr mayor gobernabilidad, de lo contrario las necesidades no satisfechas y aplazadas de la población podrían convertirse en una bomba de tiempo.



No hubo socialismo en la URSS, tampoco lo hay en Cuba ni en China, ni en la Conchinchina y mucho menos en Venezuela. En estos países ha habido desde la perspectiva económica: capitalismo de Estado; desde la visión política: social-democracia y desde la óptica social: asistencialismo de Estado.


Desde la perspectiva económica, empezando por Stalin hasta los neo marxistas, dentro de los cuales sobresale el húngaro István Meszaros, el socialismo no podría vivir aislado, en un solo país. Ellos hablan del socialismo internacional. ¿Cómo podría sobrevivir un modelo económico social al que ellos llaman economía planificada en un solo país? Ese país no estaría en posición de imponer condiciones a un mundo regido por la economía de mercado. ¿Cómo haría un puñado de países para convencer al mundo capitalista que el modelo a seguir es el de ellos? ¿Cómo haría para imponérselos a la fuerza? Ni siquiera la URSS pudo desarrollar ese modelo económico en su propio territorio. Las causas que originaron la caída de la Cortina de Hierro hablan por sí solas. En cuanto a Cuba, después de 58 años aún se habla de transición al socialismo.


Con relación a Venezuela, en la constitución política de este país no existe siquiera la palabra socialismo. ¿Pero qué vientos trajeron estos polvos y de cual lodazal vienen? Todo lo que está ocurriendo actualmente en la patria de Bolívar es por causa de la nacionalización del petróleo que hizo Hugo Chávez, quien tumbó las concesiones leoninas que otros presidentes habían entregado a las transnacionales petroleras de EE.UU.


¿Cometió Chávez un pecado? ¿Se equivocó? ¡No!. Recuperar lo que lo que le pertenecía al pueblo venezolano no puede ser ni pecado ni equivocación. No obstante, la gran potencia del Norte cuyas reservas petroleras disminuyen ostensiblemente no podía quedarse con las manos cruzadas ni vacías, tampoco las multinacionales de la petroquímica y similares que fabrican 300.000 productos del petróleo y sus derivados. ¿Qué podía hacer el coloso del Norte? ¿Justificar ante la opinión internacional un ataque militar a Venezuela por el hecho de que este país estaba recuperando lo que era de él?


Es oportuno recordar que las dos guerras mundiales y los más de cien conflictos armados pos segunda guerra mundial han sido propiciados por las poderosas naciones capitalistas para apoderarse del petróleo.


Muy pocos lo hubieran acompañado. En su lugar empezó una guerra propagandística sucia y abonar así, el terreno para la desestabilización del vecino país. ¿Y cuál era el caballito de Troya para que la comunidad internacional aborreciera a Chávez y su ´Revolución´ Bolivariana? Pues, las consignas: ¡Chávez comunista!, ¡Castro-Chavismo en Venezuela!



En Colombia no han nacionalizado el petróleo, todo lo contrario crearon la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ente que le quitó la administración del subsuelo a Ecopetrol para desmontar los contratos de asociación y volver a las concesiones leoninas en favor de las multinacionales, recibiendo solamente el 8% por concepto de regalías.


En Colombia se extendieron 26 contratos petroleros, entre ellos el de Caño Limón y el gas de la Guajira, acción que impidió que el Estado colombiano dejara de recibir 36 billones de pesos, campos que deberían estar en manos de Ecopetrol. Pero aquí no se habla de ´Bush-uribismo´ ni ´Yanqui-uribismo´ ni de ´Tio Sam-uribismo´.


Todo puede pasar en Colombia, país de ciegos donde el tuerto es rey. El capitalismo con rostro humano sería la solución.

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