La credibilidad perdida del sistema de salud

Una característica vital de un buen sistema de salud es la credibilidad y confianza que tengan los usuarios hacia quienes dirigen y operan un sistema que logra proteger la salud de las personas sanas y atender debidamente a las personas cuando se enferman. Sin embargo, cuando se analiza esa situación en Colombia, independiente de si los usuarios están en el régimen contributivo o subsidiado, o en cualquier otro esquema de aseguramiento en salud, dicha credibilidad está perdida.

Por ejemplo, está la duda en la ciudadanía si el gobierno finalmente impondrá copagos en el régimen contributivo para algunos servicios que se encuentren por fuera del plan de beneficios, tal y como lo decía un proyecto de resolución que se filtró, muy a pesar que el mismo ministro Gaviria haya dicho después que, por lo menos durante su gestión, no habría dichos copagos. Sin embargo, la gente no le creyó porque en un proyecto de decreto del mismo Minsalud que reglamenta la operación de la nueva administradora de los recursos del sistema de salud, hay un artículo que sí menciona la existencia a futuro de dichos copagos con un texto que coincide con la propuesta que fue rechazada por la mayoría de las asociaciones de pacientes.

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Otros factores generadores de desconfianza son, por ejemplo, la forma como se está adelantando el atípico proceso de venta de la EPS Cafesalud, sin que se esté dejando claro quién va a pagar las actuales acreencias de la EPS y sin aclarar si siquiera se van a pagar, pareciendo ser esta más una liquidación vedada, o los resultados de una encuesta que midió la implementación del Mipres como la novedosa estrategia informática vendida por el gobierno como la solución para la prescripción y entrega de los medicamentos no incluidos en el plan de beneficios, que muestra que dicho aplicativo “representa un retroceso a la relación médico paciente, es lento y está incompleto”, impidiéndose la entrega de esos medicamentos a los pacientes, lo que lógicamente motiva en ellos su rechazo a esa supuesta solución.

Otro factor de desconfianza es la falta de articulación de las políticas públicas dentro del mismo gobierno en el tema de la declaratoria de interés público (DIP), un mecanismo administrativo con el que cuentan los gobiernos para establecer licencias obligatorias en productos específicos con problemas de oferta o precio que afecten en general a la sociedad, pues aunque el Mincomercio expidió un reciente decreto al respecto, el Minsalud no está de acuerdo con su contenido por el impacto que tendrá su aplicación en los precios de ciertos medicamentos.

Ese ‘fuego cruzado’ entre dos instancias de un mismo gobierno, poco contribuye a generar confianza y credibilidad del ciudadano frente a su sistema de salud. Mientras esto ocurre, surge la pregunta de por qué a la fecha sigue sin resolverse el ya dilatado nuevo proceso de licitación nacional de la salud de los maestros, cuya contratación representa un poco más de 5 billones de pesos, a tal punto que la misma Procuraduría ha dicho que debe resolverse cuanto antes para que no se siga afectando a los usuarios. Por todo lo anterior, si bien los colombianos perdieron credibilidad en su sistema de salud, lo cierto es que con su gestión, el gobierno tampoco es que ayude mucho para que la recupere.

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@ulahybelpez

El autor es Médico Cirujano y Especialista en Gerencia de Servicios de Salud (Universidad del Norte, Barranquilla); Especialista en Seguridad Social Latinoamericana (CIESS, México). Ha sido: Vicepresidente Nacional de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas; Consejero Nacional, Departamental del Atlántico y Distrital de Barranquilla de Seguridad Social en Salud; miembro de juntas directivas y asesor de IPS privadas y empresas sociales del estado; asesor en salud en entidades territoriales; asesor de la Contraloría General de la República. Actualmente: conferencista nacional e internacional en reformas de salud; docente universitario de postgrado en legislación en salud; columnista en medios impresos y virtuales; consultor y asesor en servicios de salud.