¿Por encima de Dios?

La corrupción ha permeado hasta lo más sagrado. El caso del pastor Miguel Arrázola, líder de la iglesia Ríos de Vida, ocurrido en Cartagena y denunciado por el periodista Edison Lucio Torres es solo una muestra.

Conscientes de la objetividad en el tratamiento de cuestiones tan delicadas como la fe cristiana no podemos meter a todas las iglesias en el mismo costal, pero si es evidentes que algunas instalaron la corrupción en el santuario. La entronizaron en el templo. Invadieron con su hedor, con el nauseabundo olor de la corrupción, la “casa” de Dios.

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“Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?” dice el apóstol Mateo en su evangelio, capitulo 7, versículos 15-16.

Mientras que el apóstol Santiago, en su libro, capitulo 2, versículos 18-10, expresa: “18. Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19. Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. 20. Pero, ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril?”.

Falsos profetas. Demonios que dicen creer, pero sus obras los delatan. Es la única manera de entender las palabras del “pastor” Miguel Arrázola cuando descubierto por Edison Lucio, quien lo denuncia en su portal de noticias Voxpopuli, por actos de corrupción, expresa desde su púlpito: “Dale gracias a Dios que tengo a Jesús en el corazón, porque estarías metido en la ciénaga de la Virgen”

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“También, como sabes que no te puedo ‘pegá’, que bien te mereces un par de ‘garnatá’ mías. Y yo tengo unos manes ‘tablúos’ (grandes) aquí, que yo te puedo hacer la vuelta. Continuando con su discurso, Arrázola agrega “te mando a Nigeria (se entiende que es uno de sus escoltas). Ese te acaba. Te mata ese man. Pero, como no podemos hacer nada, por el amor de Dios, la Biblia (…)”.

De acuerdo con el periodista, las presuntas intimidaciones en su contra se dieron el pasado viernes, cuando el pastor predicaba ante su congregación, en el barrio Pie de La Popa, e hizo referencia al término ‘roscograma’. El término apareció en el artículo ‘El roscograma del pastor Arrázola recibe $200 millones’, publicado por Torres en su portal de noticias, el 15 de noviembre del año pasado.

Hay cretinos, como este tipo de “pastores” que fungen como “dueños” del Creador. No quieren que Jesús baje de la cruz o se “aseguran” que no salga de su sepulcro. “Impiden” que Dios salga del templo. Lo tienen “atrapado”, entre “milagrosas” efigies, íconos, escapularios, y estampitas. Son falsos profetas que comercian con el Credo. Mercachifles de la fe que “controlan” su mente y “manipulan” su infinita sabiduría. Los que saben de antemano sus designios y administran perdones y bendiciones sin permiso. Los que se anticipan a las decisiones del Supremo en tiempo infinito y espacio irreal

En su febril mitomanía se postulan por encima del omnipotente. “Mandan” a Dios. Tienen escritura de “propiedad” sobre el cielo. Son “dueños” de las llaves originales del infierno y del paraíso celestial. Tienen potestad para decidir en un santiamén quien será vecino de Dios y quien del demonio.

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Son estos falsos profetas, dotados de imbecilidad profana, quienes nos separan, nos desligan de Dios.

Son los mismos que aterrorizaron, junto con el ex procurador Ordoñez, hoy precandidato presidencial, a millares de incautos fanáticos mediante falsa propaganda a votar en contra del plebiscito por la paz, el pasado 2 de octubre.

Recordemos que antes y durante el plebiscito hubo una campaña de propaganda sucia. Varios pastores evangélicos lo calificaron como rito satánico.

Nada de lo que decían en su campaña sucia era cierto, porque no estaba contemplado en los acuerdos del Gobierno con las FARC, pero validos de la mentira lograron su propósito cuando impulsados por el odio propagaban mensajes que se pueden calificar como “violencia psicológica”, tales como: “No al aborto. No a quienes atacan la familia. No al enfoque de género. Por eso digo No a los acuerdos de la Habana”.