De castaño a oscuras
- Por: Amylkar Acosta
- 15 nov 2016
- 6 Min. de lectura

Cada año, cada mes y cada día que pasa la situación de Electricaribe y con ella la de los 2.5 millones de usuarios a los cuales les presta el servicio de energía eléctrica es peor, porque este no cumple con los mínimos que establece la Ley de servicios públicos, que estos deben prestarse con eficiencia, calidad y, por sobre todo con continuidad, máxime cuando se trata de un servicio tan esencial e imprescindible como lo es el del fluido eléctrico.
La Ley de servicios públicos y la Ley eléctrica, abrieron la posibilidad de que particulares pudieran asumir la prestación de los servicios públicos, particularmente de la energía, que antes le estaba reservado al Estado y allanó el camino para los procesos de privatización del sector, al socaire de los vientos del Consenso de Washington que soplaban por aquellas calendas en todo Latinoamérica.
En las postrimerías de los años 90, exactamente en 1998, el turno fue para la región Caribe, en donde el servicio de energía se prestaba a través de las electrificadoras departamentales, dependientes todas ellas de la Corporación Eléctrica de la Costa (Corelca).
Aduciendo las deficiencias en la prestación del servicio, la politización y clientelización del manejo de dichas empresas, convertidas en no pocos casos en nidos de corrupción, en lugar de ponerle correctivos a estas lacras, optó por la “capitalización” de dos empresas operadoras del servicio en la región Caribe (Electricaribe y Electrocosta), que posteriormente se fusionaron en una sola (Electricaribe), al tiempo que se procedió a liquidar las empresas subsidiarias de Corelca por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos.
A diferencia de Medellín y Bogotá, por ejemplo, en donde se mantuvo la prestación del servicio de energía con excelencia por partes de empresas públicas, en el Caribe quedamos en manos de un operador privado que ha resultado un fiasco total. A la postre las palabras que pronuncié en su momento como Senador, al expresar mis reparos al proceso de privatización, resultaron premonitorias. Dije que con el paso que se estaba dando asumíamos el riesgo de salir de las llamas para caer en las brasas y en las brasas estamos!
Después de pasar por manos de empresarios venezolanos vinieron los españoles, que se hicieron a Electricaribe a través de Unión Fenosa, que a partir de 2009 se fusionó con Gas Natural y desde entonces a hoy el servicio lejos de mejorar en eficiencia, calidad y continuidad ha venido de mal en peor, hasta arribar a la situación de hoy que se ha tornado critica.
Y no hay que darle muchas vueltas al asunto para saber cuál es la causa última de este deterioro en la prestación del servicio que tiene exasperados a los usuarios. Como lo determinó el estudio que contratamos a nuestro paso por el Ministerio de Minas y Energía, que adelantó un grupo de expertos encabezado por la experta y ex comisionada de la CREG Carmenza Chahin2, el cual fue concluyente al afirmar que ello se debe al rezago histórico de las inversiones que han debido hacerse en su momento y no se hicieron, amén de las falencias y fallas en el mantenimiento y la operación del sistema por parte de Electricaribe.
El Plan5Caribe: una necesidad
Como es apenas obvio, para mejorar en eficiencia, calidad y continuidad en la prestación del servicio se requiere, primero que todo, corregir ese rezago, eso fue lo que recomendó dicho estudio y así lo entendimos desde el Ministerio al estructurar el Plan5Caribe, que compendia los proyectos básicos para garantizarlo. Este Plan tiene dos componentes, a saber: uno que corre por cuenta de la Unidad de Planeación Minero – Energética (UPME), quien tiene la responsabilidad de sacar a la luz pública las convocatorias y adjudica la ejecución de aquellos proyectos que tienen que ver con el Sistema de Transmisión Nacional (STN) y regional (STR), así como las subestaciones, transformadores y compensadores, todo ello por valor de $4 billones.
El otro componente, el que le corresponde a Electricaribe, que demanda inversiones del orden de $1.1 billones, tiene que ver con la ejecución de los proyectos de reposición, reparación, renovación y refuerzo de las líneas de Sistema de Transmisión Local (STL) y las de distribución.
Y mientras la marcha del primer componente es satisfactorio, la del segundo, en cambio, por el incumplimiento por parte de Electricaribe, quien aduce que no cuenta con la caja que le permita cumplir con dicho cometido, está frenada. Ello va a impedir que el usuario sienta una mejoría en la prestación del servicio porque al fin y al cabo él se conecta es a la línea de distribución y allí hay un corto circuito, por culpa de Electricaribe.
De limitación del suministro en limitación del suministro
Pero, ahora la situación ha pasado de castaño a obscuro, porque los problemas de caja de Electricaribe son más acuciantes, en la medida que el acceso al crédito también se le dificulta y ya no sólo no cuenta con los recursos para invertir su parte en el Plan5Caribe sino que tampoco dispone de los recursos para pagar la energía en Bolsa, toda vez que sus afugias financieras le han impedido renovar los contratos de compra de energía a través de contratos bilaterales con los generadores.
Las normas regulatorias establecen claramente que cuando un agente, cualquiera que él sea, compra energía en Bolsa debe aportar respaldos de crédito por el valor de la energía que va a comprar en ese mes, más los del mes subsiguiente. De no hacer dicha provisión de las garantías bancarias dentro de los términos fijados en la regulación, XM, que administra la operación del Mercado mayorista de la energía, activa la limitación de suministro, que es como se denomina eufemísticamente el racionamiento programado al que se somete a los 2.5 millones de usuarios a los cuales le presta el servicio Electricaribe, inicialmente el corte masivo es de 3 horas diarias, que se puede ampliar luego a 4 horas diarias.
Y esto, justamente, es lo que ha venido pasando de manera recurrente. Desde el pasado mes de octubre Electricaribe ha venido de limitación de suministro en limitación de suministro por el impago a XM, la más reciente correspondió al incumplimiento en que incurrió el 18 y 20 de octubre, al no presentar garantías por $23.128 y $4.494 millones correspondientes a las proyecciones en Bolsa de compras del 29 de octubre al 4 de noviembre. La limitación de suministro empezaba el 9 de noviembre y sólo la víspera su matriz Gas Natural – Fenosa le lanzó el salvavidas al cubrirle, a última hora, dichas garantías y así nos salvamos de irnos a un racionamiento programado.
Por ello XM resolvió, suspender, aplazar la medida, pero sin descartarla. Así pasamos, temporalmente, de la alerta roja a la alerta naranja. Pero, resulta que ya tiene a cuestas otro incumplimiento, correspondiente al 25 de octubre, esta vez por valor de $40.651 millones de compras en Bolsa del 5 al 11 de noviembre, razón por la cual desde el día de ayer se reanudó el proceso de limitación de suministro, de modo que si el próximo martes no ha alcanzado a cubrir las garantías estaremos una vez más abocados a un apagón en el Caribe colombiano. Y así sucesivamente, hasta saecula saeculorum. No hay derecho!
¡Basta ya!
En vista de esta situación tan critica el Presidente Santos resolvió emplazar a Gas Natural – Fenosa, para que, de una vez por todas, le diga al país si ellos van a dejar a la deriva a Electricaribe o la van a rescatar, inyectándole capital fresco a través de una capitalización, como se lo solicitó el Presidente Santos el 14 de enero de este año y de paso sacarnos de la incertidumbre en la que ha sumido a sus usuarios poniéndose al día con el pago y cubrimiento de las garantías de la energía que compra a los generadores para ella distribuirla.
Electricaribe le viene incumpliendo al mercado, exponiéndolo a un riesgo sistémico y le está incumpliendo a sus usuarios, que son quienes pagan los platos rotos y tal situación no se puede prolongar por más tiempo.
Lo urgente es espantar el fantasma del racionamiento, asegurando el cubrimiento de las garantías oportunamente y lo importante es cumplir con las inversiones que le corresponden en el Plan5Caribe, para atacar así la causa estructural de la mediocre calidad de la prestación del servicio de energía a sus usuarios, ambos frentes deben atenderse en simultánea.
Ojalá que para eso, así como para superar la controversia planteada desde Julio por Gas Natural – Fenosa, sirva la reunión que discurre a esta hora entre el Alto gobierno, encabezado por el Presidente Santos, el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas y el Ministro de Minas y Energía Germán Arce, y el CEO de Gas Natural – Fenosa Isidre Fainé, la Country Manager de Gas Natural – Fenosa Colombia María Eugenia Coronado y el Gerente de Electricaribe José María Sanleandro. Ello para que nos quiten de encima la espada de Damocles que pende sobre las cabezas de más de 10 millones de habitantes de la región Caribe, que ha visto con impotencia cómo Electricaribe en lugar de ser parte de la solución se ha convertido en parte del problema.
A estas alturas, además, esta empresa acusa un gran desprestigio, nadie la quiere en la región, lo cual comporta un ingrediente reputacional insalvable. Por ello los gobernadores le han dicho al Gobierno Nacional que la solución de esta problemática pasa por el cambio de Operador de red y para ello le presentamos una propuesta de buscar un Gestor-Operador que reemplace a Electricaribe, que esperamos sea considerada seriamente de no arribarse a un acuerdo con Gas Natural – Fenosa. El Gobierno Nacional está quemando sus últimos cartuchos!
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