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Sistema de salud del Chocó: laboratorio de corrupción, enfermedad y muerte

  • Por: Ulahy Beltrán López
  • 13 jul 2016
  • 5 Min. de lectura

Lo que le ocurre a la salud del Chocó realmente no tiene nombre. La condición de miseria existente en ese departamento debería hacer que los recursos para la salud fuesen considerados más que sagrados, procurándose por parte de las autoridades que manejan sus destinos, la garantía en el bueno uso de dichos recursos para que los chocoanos no sigan enfermando ni muriendo, sobre todo si esas enfermedades y muertes son evitables dados los conocimientos médicos existentes y la tecnología disponible tanto para prevenir como para tratar las enfermedades. Sin embargo, la realidad reciente muestra algo muy distinto. Veamos por lo menos cuatro hechos que vienen afectando de manera más que negativa el sistema territorial de salud de ese departamento:

Gobernantes y usos de los recursos públicos A finales del 2015 y a principios del 2016 los medios nacionales informaron como la Fiscalía le había imputado cargos a un exgobernador “por supuestas irregularidades en la celebración de siete contratos con droguerías de Quibdó (Chocó) para el suministro de medicamentos de alto costo para la población pobre de esa región”. Estos contratos, cuya cuantía era de $2.200 millones correspondientes a los recursos del sistema de salud, al parecer fueron utilizados para el pago de créditos de la campaña política del mencionado exfuncionario. Los delitos, de acuerdo con el ente acusador, incluían “celebración de contratos sin cumplimiento de ley, peculado por apropiación, interés indebido en la celebración de contratos y falsedad ideológica en documento público”. (Imputan cargos contra exgobernador de Chocó). Posteriormente se habló ya no de $2.200 millones de pesos sino que la suma ascendió a $13.000 millones de la salud que se desaparecieron y que “fueron convertidos en múltiples contratos con diferente IPS, cuyos propietarios eran obligados a entregar un porcentaje, se presentaban órdenes médicas falsas para cobrar los servicios y el dinero finalmente iba a parar a los bolsillos del gobernador y los prestamistas de su campaña”, (Así robaban la plata de la salud en el Chocó). Liquidación del Hospital San Francisco de Asís Justo esta semana se ha dado a conocer por parte de la Superintendencia Nacional de Salud la decisión del ente de control de liquidar la Empresa Social del Estado Hospital San Francisco de Asís, al haberse negado una nueva prórroga a la intervención forzosa en dicho hospital público. Según el ente de control, la orden de la liquidación del centro hospitalario se dio porque era “la única opción viable para sanearla financieramente”.


Hasta la misma Corte Constitucional se había pronunciado con respecto a la citada solicitud de prórroga a la intervención forzosa que venció el pasado 4 de julio, al calificar “de inadmisible solicitar este tipo de medidas a seis días del vencimiento del plazo dado en la resolución 304 del 2015 y confirmada el 28 de enero de 2016 sabiendo que corresponde a la ejecución de una política pública que compromete la salud de 115.000 habitantes de Quibdó y a más de medio millón de personas en todo el departamento”. (Hospital departamental San Francisco de Asís de Chocó a liquidación). Este hospital, localizado en Quibdó y en donde se atienden los problemas de salud de los 115.000 habitantes de esa ciudad y de más de medio millón de personas de todo el departamento, tenía ya una larga historia de prórrogas a la intervención forzosa que empezó en el año 2007 cuando la Superintendencia Nacional de Salud tomó esa decisión por la existencia de problemas administrativos, financieros, jurídicos y técnicos: habían sido 12 las prórrogas a esa intervención inicial, y habían pasado por el hospital un total de 18 interventores. El Hospital San Francisco de Asís ya había presentado 12 prórrogas y 18 interventores y, aun así, persisten los mismos problemas administrativos, financieros, jurídicos y técnicos del 2007 que llevaron a tomar la decisión de intervenir este centro de atención en salud. Al momento de la decisión de la liquidación los pasivos son del orden de los 37 mil millones de pesos que ojalá puedan ser honrados en su pago a los acreedores durante el proceso que se inicia, siendo el gran reto de quien adelante el proceso liquidatorio garantizar la continuidad en los servicios para que los chocoanos puedan seguir recibiendo atención en este centro hospitalario.

Expansión de la Malaria Finalizando el mes de junio del presente año, la secretaria departamental de Salud del Chocó informó que la cifra de personas infectadas por malaria estaba alrededor de las 31 mil, donde la mayoría son habitantes de zonas aledañas a los ríos San Juan y Atrato y estando ya diagnosticada la enfermedad ha llegado hasta 22 de los 33 municipios de ese departamento. La misma funcionaria hizo la salvedad que esos 31 mil casos podrían ser más, pues “se desconocen hasta el momento las condiciones de las comunidades indígenas que viven en zonas apartadas”. Lo peor es que los medicamentos disponibles y que fueron enviados por el gobierno brasileño para la atención de los pacientes, solamente alcanzarían hasta el mes de agosto dado que semanalmente se están reportando mil casos, presumiéndose por las autoridades que las principales causas de la expansión de la malaria en el Chocó tienen su origen en el Fenómeno del Niño y la contaminación que presentan los ríos por la minería ilegal de la zona. ¿Muertes por mercurio? En días pasados se conoció que entre los años 2013 y 2014 fallecieron 37 niños en el municipio de Río Quito y se relacionan estas muertes con el consumo que hicieron estos niños de agua contaminada con mercurio, químico utilizado en la minería. Por esa razón la Corte Constitucional ordenó llevar a cabo una inspección judicial en la zona de Quibdó (Chocó), con el fin de establecer el estado actual de las comunidades que allí viven e indagar las condiciones de contaminación y obstrucción del río Atrato como consecuencia de las actividades de minería y explotación forestal. Y aunque hasta ahora no existe una plena confirmación que los niños murieron por el consumo de estas aguas contaminadas por mercurio, la misma Secretaría de Salud departamental informó que de acuerdo con los investigaciones del Instituto Nacional de Salud (INS), “hay completa seguridad en el hallazgo de mercurio en los ríos”, (Muerte de niños en el Chocó por mercurio aún es hipótesis). Con todos esos hechos y noticias, el escenario de la salud en el departamento del Chocó no es el mejor. A las ya conocidas elevadas cifras de mortalidades infantil y materna que han sido motivo de análisis y cuestionamientos en otros momentos, ahora deben agregarse en el “dossier” de este sistema de salud departamental el desvío de los recursos de la salud a partir de actuaciones delictivas de sus gobernantes, el caos que llevó a la liquidación del principal centro hospitalario del departamento, la aparición y rápida propagación de enfermedades como la malaria y las posibles muertes de infantes relacionadas con el consumo de aguas contaminadas con mercurio, siendo estos dos últimos problemas derivados de otro más grande como es la minería ilegal en esta zona del país. Se ha convertido lastimosamente el sistema territorial de salud del Chocó en un gran laboratorio de corrupción, enfermedad y muerte, ¿hasta cuándo podrá resistir la población inocente esta ignominia?

ubeltran@hotmail.com @ulahybelpez

Blog del autor


* El autor es Médico Cirujano, Especialista en Gerencia de Servicios de Salud y Especialista en Seguridad Social Latinoamericana. Ha sido Consejero Nacional, Departamental (Atlántico) y Distrital (Barranquilla) de Seguridad Social en Salud, miembro de juntas directivas de IPS privadas y empresas sociales del estado, Asesor en Salud de la Contraloría General de la República. Actualmente docente universitario, columnista en medios impresos y virtuales, consultor y asesor en servicios de salud.


Publicado en OPINIÓN Y SALUD (08/07/2016)

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