Nómina paralela y La Loma: La alcaldía se quedó pequeña

La contratación directa, también llamada por los expertos, ´libre selección del contratista´ es el procedimiento usado en Colombia para que -bajo ciertas circunstancias, como cuando se requiere personal para apoyar la gestión de la entidad- , el Estado pueda seleccionar al contratista que quiera sin que sea necesaria la existencia de varias ofertas. Hablando de este tipo de contratación, en los primeros 4 meses del año la Alcaldía de Barranquilla ha celebrado contratos directos por un valor total $16.500 millones que corresponden a 163 contratos. Del total de la esta contratación ´a dedo´, se han celebrado 151 contratos de personal, denominados técnicamente como de ´Apoyo a la gestión´ -lo que comúnmente se conoce como ´nómina paralela´-, equivalentes al 92,63% de todos los contratos directos. Es decir, se ha contratado nueva burocracia para la Alcaldía por $10.723.524.662 en 151 contratos, lo que arroja un promedio de $71.016.719 al año por cada contrato realizado. Esta exagerada contratación burocrática puede deberse a dos cosas: el pago de favores políticos en la campaña del pasado octubre cuando el actual alcalde fue electo, ó, una clara necesidad de personal en una Alcaldía que hace unos ocho años no se reestructura para responder de manera más efectiva a los servicios solicitados por la ciudadanía. Dejo para los lectores el análisis de la primera opción, aunque, como con el cuento de las brujas, ´de que las hay las hay´. Con respecto a la segunda opción he de decir que la Alcaldía se quedó pequeña para hace rato. Y no sólo en cuanto a personal, también ocurre lo mismo en infraestructura. Son mínimo 4 los inmuebles adyacentes al edificio de la Alcaldía que han tenido que ser arrendados para dependencias como Educación, Movilidad y Cultura tuvo que adecuar las instalaciones de la Intendencia Fluvial para poder funcionar adecuadamente, los ciudadanos se mueven como sardinas en lata en las oficinas en las que son atendidos, la insoportable inmovilidad vial del Paseo Bolívar hace que ir a las instalaciones del gobierno distrital sea un tormento. En aras de la transparencia a la que se ha comprometido el alcalde Char, debe plantearse seriamente una reestructuración total y absoluta de la Alcaldía. Con respecto al personal, debe presentar al Concejo Distrital un proyecto de reestructuración para ampliar la nómina, según se requiera, y llamar a concurso abierto para llenar los nuevos cargos que se establezcan, tal y como lo ordena la ley para reducir a su mínima expresión y de una vez por todas la nómina paralela. En cuanto a las instalaciones, debe revisar la decisión del traslado a La Loma, pues si bien es necesario sacar la Alcaldía del hueco en donde se encuentra y concentrar todas las dependencias en un sólo lugar, en un gran inmueble que sea amable con los trabajadores y los ciudadanos que se acercan a hacer sus gestiones, los barranquilleros no podemos aceptar que se gasten miles de millones de pesos en una nueva edificación cuya estructura, posiblemente, empiece a agrietarse nada más se siente el alcalde en la silla de su nuevo despacho.

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