Museo arqueológico Manuel Huertas recibe nueva adecuación
- Redacción Acta diurna
- 16 mar 2016
- 3 Min. de lectura

El Museo Arqueológico Manuel Huertas Vergara se encuentra en la etapa de adecuación, que incluye aspectos como el diseño e implementación de medidas para la correcta manipulación, conservación preventiva y estudio de la colección de las piezas arqueológicas que posee. Este trabajo se realiza con el fin de dar un manejo apropiado a los materiales históricos, en atención a la ley colombiana, en materia de patrimonio arqueológico, lo que permitirá conocer en detalles el potencial histórico y museográfico de la muestra que, al ser expuesta, dejará ver el aporte de los antiguos pobladores de Sucre, a fin de que se conozca cómo se formó la identidad cultural, tal como la concebimos hoy día, haciendo particular énfasis en lo acaecido al momento del contacto ibero-americano: un punto de ruptura en el que se funda gran parte de la historia del departamento y el continente.
El Museo es patrimonio material e inmaterial de la cultura prehispánica y de la etnia Zenu. De igual manera realizamos muestras permanentes de los artistas de la región. Abrió sus puertas en el año 2005, pero su creación fue en el año 2002, tienen 667 metros de áreas construidas y 36,5 de área verde
El antropólogo Luis Carlos Choperena Tous es el encargado de realizar este trabajo, que busca que la arqueología se integre hoy a la construcción de la realidad, por medio del abordaje de debates “identitarios”. Este profesional se ha dedicado durante más de 10 años al estudio del poblamiento tardío del Norte de Sucre, y la conexión con la identidad indígena hoy asumida como una herencia que sobrevive oculta en la vida cotidiana. Este trabajo se ha hecho por medio de la creación de un espacio denominado “Colección de Referencia Arqueológica”, que “es la tras-escena del teatro, la cocina del restaurante, donde se gesta lo que posteriormente se exhibirá en el área de exposición. Es el lugar de investigación y almacenaje que le permitirá al museo tener un manejo adecuado de esta y otras colecciones”, explica el antropólogo encargado. Todos estos trabajos se efectúan con el objetivo de tener a futuro un lugar que cumpla con los requerimientos y estándares propios de un museo arqueológico, para lo cual se debe empezar por establecer un protocolo que le permita al público y a los encargados saber cómo manejar los objetos que posee el museo. “Estas piezas son muy delicadas e importantes, ya que no se pueden reemplazar; de esta forma, se busca generar la conciencia de que cada objeto es único e irremplazable; por lo tanto, necesitan un manejo excepcional”, enfatiza Luis Choperena. El objetivo a futuro es brindarles a los sucreños un espacio de investigación que dará vida al museo, y le permitirá actualizarse en contenidos, formación de público, gestión de recursos, etc., de manera adecuada. Además, generar interacción entre el público y la información básica alrededor de quiénes somos. El proceso desarrollado ha generado importantes y positivos avances como la ampliación del número de piezas que tiene el museo, que comenzó con tan solo 226, y ahora tiene alrededor de 1000 objetos de cerámica, hueso, concha y piedra: unas traídas de Ovejas y otras reintegradas, gracias al aporte de personas que quieren participar del proceso. Luis Choperena, además, considera que todo este trabajo pretende crear una reflexión acerca de nuestra relación con el medio ambiente y la herencia indígena: “El pasado ha sido muy “invisibilizado” y tímido. Se debe dar un proceso de reconocimiento justo respecto al aporte que han hecho los indígenas a nuestra identidad y realidad de hoy. El reconocimiento del pasado logrará recordarnos que tenemos elementos valiosos y desarrollos culturales muy antiguos, que hemos abandonado, y que tienen mucho que enseñarnos alrededor de cosas como manejo sostenible y medioambiental, mucho más efectivos que el que estamos teniendo”.
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