Primer atlas de la biodiversidad marina del Caribe colombiano
- Redacción Acta diurna
- 11 feb 2016
- 3 Min. de lectura

El Atlas de la ictiofauna demersal de fondos blandos del Caribe continental colombiano reúne datos desde la década de los 70 hasta la actualidad, que muestran las especies presentes en los fondos blandos (arena, gravas, fangos, entre otros) del Caribe colombiano. En la compilación se incluyen parámetros como ubicación, profundidad, altitud, longitud y año de colecta.
Así lo sostiene Camilo Bernardo García, profesor del Departamento de Biología de la Universidad Nacional, editor del catálogo junto con la investigadora Dolors Armenteras. “La idea del atlas es explorar uno de los ecosistemas marinos más extensos que no se había estudiado a fondo”, añade el docente García.
“Este trabajo confirma la alta diversidad del país en los mares. Hicimos comparaciones para hábitats similares en otras latitudes, por ejemplo, analizamos el mar Mediterráneo y el mar del Norte y encontramos que aunque el Caribe tiene una menor extensión, alberga muchas más especies”, explica el académico.
Por primera vez se presenta en forma sintética y visual la riqueza de este hábitat que incluye un total de 627 especies, repartidas en 330 géneros, 140 familias, 37 órdenes y 4 clases, incluidos los peces óseos y cartilaginosos con sus respectivos mapas de distribución.
Para la elaboración del libro, se llevó a cabo la compilación, organización y análisis de la información durante un año, y por medio de sistemas de información geográfica se plasmó toda la información en forma de mapas georreferenciados para representar la distribución de los peces.
Con la recolección también se pudo concluir cómo ha cambiado la distribución de las especies en el territorio durante las últimas décadas. “En el aspecto espacial es la primera vez que se tiene una imagen real y completa de los sitios donde están los peces. Desde luego, los pescadores artesanales conocen su territorio y tienen idea de su ubicación, pero a nivel científico es importante saberlo para desarrollar estrategias de seguridad alimentaria”, explica el docente García.
El documento también incluye una tabla con la jerarquización de las especies, de menor a mayor abundancia, esto permitirá hacer un manejo inteligente de la pesca para evitar la desaparición de los ejemplares más escasos.
El libro estará disponible en versiones impresa y formato electrónico, esta última se espera que esté disponible en un par de meses.
En la versión digital, el usuario podrá realizar búsquedas on line y hacer clic en alguna de las especies para desplegar la información que incluye un mapa con la ubicación, rango de profundidad, cuándo y dónde fue encontrada.
Sin embargo, este atlas no es el final de un trabajo, sino el comienzo de estudios que incluyen los efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos.
Según el investigador, cada especie tiene un hábitat particular con temperaturas específicas. “Cuando el agua se caliente los peces intentarán ir más profundo, o más hacia al norte o al sur. Con base en los datos recopilados se podrán hacer predicciones y pronósticos de estos desplazamientos”.
También, servirá como herramienta para delimitar áreas marinas protegidas según la distribución de la diversidad. “Ya sabemos en qué sitios se concentra una alta riqueza que debe ser conservada y a qué lugares vale la pena ir a investigar para encontrar nuevas especies”, señala.
De hecho para los tiburones y rayas ya existen avances al respecto. Con base en la evidencia, se encontró que la zona ubicada después del Parque Tayrona, abajo de La Guajira, alberga un gran número de tiburones y rayas, por lo tanto podría ser un área protegida en el futuro. AGENCIA UN.
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